Felicito la celebración de este tipo de eventos que facilitan acercarse a la historia de la Escuela de Economía por la narrativa de sus actores; aunque se pueda rastrear en documentos, como las actas del H. Consejo Universitario en sus distintos períodos, instancia colectiva – organizada de gobierno universitario donde la Unidad Académica de Economía tiene representación institucional como integrante. Desde su creación, en 1964, eran frecuentes las objeciones que hacían sus pares institucionales a dicha representación por dos motivos: la escasa población escolar con que “economía” contaba a su inicio y el carácter de sus propuestas académicas, siempre inclusivas del entorno y sus problemas. Tampoco se comprendía para qué servían sus egresados, las Licenciadas y los Licenciados en Economía o Economistas. En general, tal vez ni se tenía idea de qué era la economía, como ser, existencia y proceso interminable, en un medio asolado por el latifundio y la ganadería extensiva, además de la minería y el comercio, ámbito estatal.
¿Qué era economía para algunos de los que llegábamos ahí? No la escuela, sino la economía a aprender y desarrollar vista como economía política: pivote adecuado para impulsar y conseguir la transformación social, integral: micro y macro, comprensiva de la empresa y del Estado, de la Sociedad y la Nación: ¿del mundo? La Escuela de Economía contó para su creación con el empuje, insistencia y resistencia de Jorge Ramírez Olmos, quien fuera profesor de primaria en la Escuela Anexa a la Normal Manuel Ávila Camacho, ubicada esta última donde todavía hoy se encuentra.
Desconozco si Jorge Ramírez Olmos fue integrante de alguna célula comunista. Más allá del partidismo, la seriedad con que se dedicaba al estudio de la economía, el capitalismo, el socialismo y el comunismo era tan ostensible como su entusiasmo por lograr la transformación revolucionaria de la sociedad. Su trato era cordial como lo atestiguan su familia y sus compañeros de la Primera Generación, estudiantes fundadores de la Escuela de Economía, casi todos con vida, si mal no recuerdo. A Uriel Márquez Valerio, destacado Licenciado en Derecho, lo invitaron como primer Director y en la escuela daban clases, profesionistas con diversa profesión.
Por aquel tiempo, en cuestiones de ideología política, el comunismo en Zacatecas era clandestino; se alojaba en los resquicios que abría o dejaba la movilización eventual de la sociedad y sus organizaciones, como los sindicatos, sobre todo en Fresnillo. Los militantes comunistas se hacían presentes en los movimientos obreros para develar o realzar con ellos la importancia de organizarse y movilizarse hacia un futuro comunista: la dictadura del proletariado. En aquel entonces la lucha de clases contaba en el país con distintas versiones, existencias, trayectorias y contingentes. En Zacatecas, el Partido Comunista existía, aunque tenía más arraigo en Fresnillo.
Como fuera el entorno político, Jorge Ramírez Olmos atendía con atingencia todos sus compromisos: familiares, de trabajo o académicos. Su inteligencia y posibilidad del ideal comunista lo impulsaban a hacer su tesis. En su casa, sobre su escritorio: ordenada, yacía la bibliografía, con la que trabajaba.
Ser economista en aquel tiempo tenía una razón ab initio, ante la preponderancia que durante años llegaron a tener y ejercer los agrónomos. Profesionistas metidos a la política que se forjaban un futuro halagador de la mano de una añeja clase política integrada por los ganaderos a quienes servían. Sector social dominante que asumía y ostentaba el control político del Estado y representaba el ideal de éxito económico. Sucedieron a los barones mineros, aunque ambos se articulaban con los comerciantes, cuando lo consideraban necesario o la coyuntura política lo exigía para desarticular amenazas o conjurar cambios que pudieran ser desfavorables a sus intereses. En aquel tiempo, una unidad de ganado bovino disponía de exceso de buena tierra, concentrada por verdaderos caciques regionales que años después serían enfrentados y verían invadidos sus latifundios por el Frente Popular de Zacatecas, organización plural en su constitución y auspiciada no sólo por universitarios.
Sin la situación, entorno y actores, imposible hablar de la Escuela de Economía, su primer coordinador o Director, invitado por la primera generación, fue el Licenciado en Derecho, Uriel Márquez Valerio y su primer Director Economista, Carlos Mier Macías, zacatecano de Sombrerete, avecindado en la ciudad de San Luis Potosí, uno de los creadores de la primera zona industrial en aquel estado. Como sea, fue con el Licenciado Noé Beltrán, originario del Distrito Federal y egresado de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM que inició un período de integración y desarrollo académico universitario con impactos en la UAZ y fuera de ella. En la escuela, la economía política fue el eje propuesto para su desarrollo y para fortalecerla se propuso invitar a incorporarse al Lic. Jesús Pérez Cuevas, economista egresado de la UNAM, quien dejó huella con el surgimiento y acciones del Frente Popular de Zacatecas, organización que actuó a favor de los campesinos y colonos pobres. ■
