No era mala onda, ni de BANORTE, ni de Hacienda, tampoco del ISSSTE, se trataba de algo común: la falta de recursos orilló a incumplir “la UAZ”, vía sus titulares con la responsabilidad financiera, obligada por un Convenio suscrito de Incorporación Total Voluntaria al Régimen Obligatorio de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio del Estado, en cuya Primera Cláusula, la UAZ acepta y reconoce mantener un adeudo con el Instituto por la cantidad que al treinta y uno de diciembre de 2015 corresponde a $601,810,609.45 pesos, importe actualizado, intereses incluidos.
Igual, la UAZ reconoció haber omitido el pago a FOVISSSTE por casi 131 millones al 31 de diciembre de 2015. El incumplimiento del pago calendarizado de ambos adeudos, genera para la “UAZ” pagar intereses; aparte, incluso, de recibir facilidades para diferirlos y recalendarizarlos, a solicitud. La UAZ, “MI” universidad y centro de trabajo por muchos años, puede intentar de todo, lo que sea, menos obtener su disminución o condonación. ¿Ésta fue la base para que los profesores universitarios viéramos desaparecer, en los cajeros bancarios, dispensadores de efectivo, la cuenta electrónica de la UAZ? Insertaba uno la correspondiente tarjeta y nada, con incredulidad se hacía otro intento y nada. Luego se difundió: el lunes estará disponible. Tan confiable era el flujo de la nómina que nunca imaginé, su “decomiso”. De qué se trataba, lo más sencillo, era pensar en una falla técnica. Pasaron las horas y circuló la información, fue decomiso. Abrupto, ¿secuestro de la nómina de la UAZ? Más correctamente, ¿quién cobraba así alguna deuda? La especulación terminó con un mensaje: el lunes se tendría acceso a la quincena. Siguió la reflexión.
¿Qué sucedió? La UAZ no se resistía, pagar al ISSSTE, carecía de recursos. ¿Por qué se quedó sin recursos? Ms difícil de dilucidar hasta que en reiterada visita a la página del SPAUAZ encontré respuestas y motivos para preocupación y ocupación. Inicié con más orden mi búsqueda, por fortuna, el SPAUAZ y su actual Comité Ejecutivo, ofrecen a los sindicalizados y al público, información y elementos que la convierten en consistente y posible de ser trabajada para justamente eso: informarse, enterarse, analizar, interrogar, buscar, engarzar acontecimientos, secuencias universitarias y externas, sean universitarias o políticas, etc. Hasta encontrar sentido y construir la trayectoria, el presente y el futuro próximo.
Y apareció, por qué razón se pospuso un par de días el acceso a la primera quincena de octubre. ¿Algo que puede repetirse? In illo tempore, el ISSSTE, UAZ y ¿Gobierno del Estado de Zacatecas?, acordaron celebrar un Addendum al Convenio de Incorporación Total Voluntaria al Régimen Obligatorio de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, firmado el 13 de agosto de 1991: si la UAZ incumple con sus obligaciones (pagos), a el ISSSTE, éste queda facultado para poderse cobrar, (no tan a lo chino, sino) mediante “las solicitudes de compensación de participaciones y transferencias federales (destinadas a la UAZ) en caso de incumplimiento del pago, en que incurra “LA UNIVERSIDAD”, con respecto a las obligaciones contraídas.
En exhortativo: ¡Preparaos pues, compañeros y compañeras, universitarios todos! Representantes y autoridades, civiles y universitarias, en ausencia de otros medios de presión, y dadas las proezas monrealistas en esa materia, a marchar al elevado nirvana burocrático de la Ciudad de México, para solicitar exigir, no la solución a los problemas causados por falta de pago, sino a solicitar los recursos presupuestales, necesarios para realizar las funciones básicas: docencia, investigación y extensión, justo antes de cada semestre y después de consultar con los oráculos de Hacienda, Bolsa Mexicana de Valores y la cotización de futuros del dólar, euro, rublo, peso y dracma, por si las dudas. A grandes males, más grandes remedios.
La única manera de evitar que las cuentas de los universitarios desaparezcan de los cajeros a nivel nacional, por supuesto, cada quincena, tiene que ver con el hecho de no entorpecer los pagos pendientes contraídos, a gestionar pues y, a tiempo. A la vista nada académico está comprometido, prevalece plena autonomía. Y en lo universitario, lo académico es fundamental, de manera que las autoridades universitarias deben persistir en su esfuerzo por obtener los apoyos necesarios para cumplir y abatir el adeudo para evitar se interrumpa por ese motivo lo académico. ■
