- Es conclusión de Encuentro con Organizaciones que Acompañan a Víctimas de Desaparición
- También crecen amenazas contra defensores de las garantías individuales y periodistas
Luego de celebrarse en la ciudad de Monterrey, los días 15 y 16 de enero de 2016 la edición número 8 del Encuentro con Organizaciones que Acompañan a Víctimas de Desaparición en el seno de Cadhac –Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, AC-, organización cuya directora, la hermana Consuelo Morales recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos 2015, la lectura coincidente de estos grupos es el repunte de la violencia en México, y aunado, un incremento en las violaciones a derechos humanos.
Las reuniones en las que participan 12 organizaciones de diferentes entidades federativas, incluida Zacatecanos por la paz, se realizan cada tres meses, no obstante desde la anterior a la más reciente se abrió un espacio de cinco meses, por lo que resultó interesante dijo Ricardo Bermeo Padilla, la apreciación general desde las distintas regiones del incremento de la violencia, por ejemplo, en los casos de homicidios dolosos, las desapariciones y desapariciones forzadas, así como las amenazas contra defensores de derechos humanos y periodistas.
Si al inicio de estos ejercicios de organización, esto es, cuando se celebró el primer Encuentro con Organizaciones que Acompañan a Víctimas de Desaparición había sólo un defensor de derechos humanos bajo mecanismos de protección, ahora suman seis, expuso.
A la par se agrega la percepción generalizada de los familiares de desaparecidos en el país respecto a “un muy mal funcionamiento” tanto de la procuración como de administración de justicia para este tema. El fenómeno refiere graves deficiencias en los mecanismos de búsqueda de personas desaparecidas.
En el estado, no obstante los esfuerzos de organización de Zacatecanos por la paz para iniciar registro de las víctimas por estos hechos intentando reuniones con familiares de desaparecidos, persisten las dificultades con las que se enfrentó desde un inicio.
“No hemos conseguido superarlas ¿Y cuáles son? sigue habiendo mucho miedo. Quizás ahora regresa ese miedo por el repunte de la violencia”, dijo Bermeo Padilla.
Recordó el activista que el año pasado en la entidad se dispararon a la alza el número de homicidios dolosos “y sabemos que se han multiplicado los enfrentamientos”.
“Eso genera un clima que también retrae o inhibe a los propios familiares que están interesados en organizarse, o particular o simplemente, exigen justicia a las autoridades: reparación del daño y verdad, que son los puntos centrales del trabajo”, sostuvo.
En Zacatecas las cifras oficiales arrojan la existencia de 260 personas desaparecidas. Pero simplemente el pasado 22 de enero se manifestaron en la Plaza de Armas de la capital del estado, familiares, amigos y vecinos de dos personas, presuntamente víctimas de desaparición forzada, en los municipios de Ojocaliente y Pánfilo Natera, esto es, en que se involucran autoridades, por lo que señaló el tema de la concreción de la Ley General de Personas Desaparecidas, como estratégica para este 2016.
Aludió asimismo a la información dada a conocer a través del periódico La Jornada este 22 de enero por la Procuraduría General de la República, al aceptar que el fenómeno de la desaparición forzada se extiende por todo el país. Y la propia Secretaría de Gobernación (SG) expone el incremento de las cifras desde 2007 a la fecha.
La nota refiere que al último corte, realizado el pasado 31 de octubre, en México se tenían reportados 26 mil 670 casos “de personas no localizadas”. Pero añade las que se enmarcarían como desapariciones forzadas, y que cuenta la PGR como parte de su registro al 13 de enero de este 2016, 77 atribuidas al Ejército, 25 a la Policía Federal, 24 a la municipal y 36 a policías estatales.
“La nota está equilibrada porque el Gobierno Federal parece informar de PGR, Segob y Seguridad Pública más o menos datos que equilibran el reconocimiento de la gravedad de la situación y de las dificultades e incompetencia con la que han enfrentado ese flagelo, como dice el mismo periódico. Que no han podido abatir las cifras ni dar con los responsables ni encontrar a las personas desaparecidas. Eso se ve muy claramente en las opiniones de los familiares de las personas desaparecidas”, opinó.
El fenómeno de la desaparición y desaparición forzada de personas en el país, entonces, ha generado el que los propios familiares se constituyan en los principales buscadores y aún en peritos en Derecho, por lo que contar con una herramienta legal como la Ley General de Personas Desaparecidas permitiría obligar a los funcionarios de todas las dependencias a realizar acciones de búsqueda a través de un protocolo donde también se establezcan sanciones a quienes no cumplan con este deber.
En la confluencia para lograr este propósito, Zacatecas por la paz también participa y coincide con el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México, organización que busca justo, que se sume la experiencia de las familias y las organizaciones en la integración de esta ley.
Al momento hay una serie de puntos en que el proceso está “atorado” por confrontar distintas visiones, “y estamos esperando que los legisladores sean sensibles a la contribución de los familiares de desaparecidos”, comentó Ricardo Bermeo Padilla.
Por esto el principal lema del movimiento es “Sin las familias no”. Lo que refiere no sólo las implicaciones que su aportación tuviera para los protocolos de búsqueda, sino en la definición del delito de desaparición y el reconocimiento de los derechos de las víctimas, tanto de las directas como de las indirectas.
Este 23 y 24 de enero, informó, se acordará una agenda nacional para dar seguimiento al tema y asimismo Zacatecanos por la paz espera realizar este 2016 acciones similares a las que en el pasado llevó a cabo para respaldar la Ley General de Víctimas.
Talleres, campañas de información y sensibilización dirigidas a la población en general, pero especialmente que buscan “convencer a los familiares de personas desaparecidas de participar, que se organicen y pierdan el miedo y puedan exigir verdad, justicia y reparación integral del daño para sus familiares” y para sí mismos.
En apoyo de esta lucha se expresan los efectos de que la directora de Cadhac, Consuelo Morales haya obtenido el Premio Nacional de Derechos Humanos 2015 de manos del Presidente de la República.
Este tema también fue incluido en el análisis del octavo Encuentro con Organizaciones que Acompañan a Víctimas de Desaparición celebrado en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
La distinción fue reconocida por la activista como derivada del trabajo realizado por la red que conforman las organizaciones que se aglutinan en torno a Cadhac, entre ellas, Zacatecanos por la paz.
“Todos lo recibimos aunque suene un poco presuntuoso, pero ella misma lo reconoció así”, dijo Ricardo Bermeo sobre el intercambio de información y experiencias realizado con dificultades de “unos más que de otros” durante estos encuentros ciudadanos.
El beneficio de esta distinción no tiene efectos inmediatos para Cadhac, por lo menos respecto a la colaboración que se espera de las esferas gubernamentales.
Apenas tuvo la organización una reunión con el gobernador independiente, Jaime Rodríguez El Bronco, pero que no expone seguridad en que se dé continuidad al trabajo que ya se realizaba con el anterior procurador de Justicia del estado de Nuevo León.
No obstante, la hermana Consuelo Morales ha ofrecido su capacidad de gestión “para tener posibilidades de llevar casos que estamos trabajando a instancias internacionales”.
Morales ha sido invitada a hablar en el Consejo General de la ONU en reunión próxima, “eso es un reconocimiento al más alto nivel. Esperamos que se refleje en beneficio de los defensores de derechos humanos en todo el país”.
