Según un diccionario, la Dictadura es: Una forma de gobierno en la cual el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo (dictador) o élite, generalmente a través de la consolidación de un gobierno de facto, que se caracteriza por una ausencia de división de poderes, una propensión a ejercitar arbitrariamente el mando en beneficio de la minoría que la apoya, la independencia del gobierno respecto a la presencia o no de consentimiento por parte de cualquiera de los gobernados, y la imposibilidad de que a través de un procedimiento institucionalizado la oposición llegue al poder”. Así la define Wikipedia.
En contraposición, según el mismo diccionario, la democracia (del latín tardío democratĭa y éste del griego δημοκρατία dēmokratía) es: “Una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales”, dicho esto de manera básica.
En este mismo sentido, ¿Cómo podemos definir la forma de gobierno actual? en el que haciendo uso de todos los recursos, legales e ilegales de que este dispone, con todos los trucos disponibles, incluso con la intervención y protección de las policías Municipales, Estatales, federales y fuerzas castrenses para torcer la voluntad ciudadana en una elección, intimidando a la población o apoyando la compra del voto, se “gana” de esta manera un proceso electoral, en el que contra la voluntad de los zacatecanos, que en su inmensa mayoría habían tomado una decisión sobre quien gobernaría la entidad para votar por David Monreal y candidatos de Morena, es claro que no estamos viviendo una democracia.
Esto se evidencio ante la descarada manipulación por los tres niveles de gobierno, Municipal, Estatal y Federal, que operaron en contra de la única posibilidad de cambio verdadero en la entidad, operación que incluyó prácticas que detectamos antes y durante la jornada electoral, como la compra de votos, la manipulación de la voluntad popular a través del condicionamiento de programas sociales y apoyos, la compra brutal con dinero y despensas en las zonas rurales, también se amedrentó, retuvo y sometió a los simpatizantes de Morena en varios municipios, hechos que fueron registrados para posteriormente ser denunciados ante las autoridades electorales, judiciales y civiles, violencia la que se sumaron las policías en todo el estado.
No es todo, en este momento, en el sur del país. El estado mantiene una guerra plena, pero no declarada en contra del magisterio, donde son enviados decenas de miles de efectivos federales para amedrentar a los mentores que se manifiestan en varias entidades, como Chiapas, Oaxaca, Guerrero y la Cd. de México, que en esos estados cuentan con un amplio apoyo de la ciudadanía y padres de familia, a pesar de la brutal embestida mediática con la finalidad de satanizarlos y justificar el uso de la fuerza para amedrentarlos y reducir su dignidad de maestros, de mentores de nuestros hijos a simples peones de la educación, al parecer los medios ya olvidaron Ayotzinapa, Tlatlaya y los crímenes de Lesa Humanidad perpetrados por el estado en aquellos lugares entre otros más. Al parecer, ahora es peor delito hacer una manifestación de maestros, que el estado perpetre un genocidio, según se entiende en la postura del régimen, algunos medios de comunicación, e incluso pseudo analistas políticos.
No para ahí, las manifestaciones en contra de las acciones de gobierno que están afectando a los trabajadores de varios gremios, van en un crescendo, como el caso de enfermeras y médicos, de electricistas, de pilotos y azafatas, de campesinos despojados, entre muchos otros casos más, a lo que se responde siempre con la amenaza de represión a golpes, lo que ya vimos en este proceso electoral en varios municipios y se está viviendo aun en toda la república, tenemos encima un estado corrupto y corruptor, que incluso está trastocando la escala de valores éticos y cívicos, hay jóvenes que en la jornada de elecciones se presentaban a casas de campaña a ofrecer su voto a cambio de dinero, esto no puede seguir así.
Consideramos que el país y el estado está viviendo un momento crítico en su historia, ante los actos dictatoriales que el Estado realizó ya a gran escala para impedir que la gente hiciera valer su voluntad, incluso como lo vimos en muchos lugares, a punta de garrote contra la ciudadanía, como lo está haciendo con los maestros, con quienes nos solidarizamos en su lucha. Por lo tanto no podemos aceptar los supuestos resultados ya emitidos por las instancias electorales. De la misma manera, también consideramos que ante estos actos de represión y autoritarismo para perpetuarse en el poder, al más puro estilo de Porfirio Díaz y Santana, a quienes han venido ellos mismos reciclando para hacerlos ver como próceres de la patria. Debemos asumir que vivimos ya en el pleno ejercicio de una dictadura, con todas sus implicaciones.
La democracia en nuestro país es aún un borroso ideal, y la dictadura una angustiosa realidad. La sociedad debe de prepararse para unirse y cerrar filas ante la situación que se ha venido gestando desde la llegada de Peña Nieto a la silla presidencial. Solo el pueblo puede salvar al pueblo del desmantelamiento de la patria que está realizando el PRI, y solo unidos en la única opción política que representa de manera plena los intereses de la sociedad en su conjunto en todos sus sectores, que representa hoy la única posibilidad de democracia, Morena, de donde surge una luz de esperanza para el pueblo de México para cambiar el desastroso estado de cosas de la nación y su sombrío futuro si seguimos a tumbos por el mismo camino. ■
