- Historia y Poder
Que nuestra ciudad haya albergado a hombres y mujeres impares en el planeta, es cierto: Muchos de ellos fueron singulares a la hora de vislumbrar a nuestra patria de verdad repartida en el esfuerzo, el sacrificio y el bienestar a los hogares proletarios.
Pero muchos, la gran mayoría, fueron traicionados y olvidados en los fríos panteones de la idiosincrasia del te jodo mejor que nadie. Del te callas porque yo gané con el abuso del dinero, la estafa y el fraude a toda costa.
Zacatecas es hoy, la virtud y el desvelo de muchos ayeres llenos de sangre y sacrificio.
También el hogar de los amos y patrones que sin misericordia ataban al destino de todos y de todas a explotar la mano de obra a costa de innumerables abusos y letargos de la politiquería barata.
Mauricio Magdaleno es más que una fría lapida, una calle o una biblioteca.
En sus escritos juveniles, Carlitos Marx y Panchito Engels, descifraron con claridad en la ideología alemana, cómo la burguesía prepara cuadros para continuar con el cinismo a ultranza, se protegen, perpetúan, acicalan con camarillas y escuadrones de la muerte.
¿Existió en verdad un clan nazi en Zacatecas que quiso albergar la idea de un continuo plan de sometimiento y arrastre de las consignas liberadoras a el limbo o el presidio?
Por eso se insiste en que Mauricio Magdaleno fue un hombre de su época luchando contra el lastre del fanatismo y la vulgaridad asesina. Y todo a través de la lectura humanitaria, la creatividad en la denuncia y la imaginación como arma de combate en el espléndido uso del idioma español tan rico en su acervo y cúspide para explayarse.
En la España republicana poco antes de la guerra civil en 1936 y que le costase a su pueblo el fusilamiento y masacre de más de 300 mil de sus ciudadanos, Magdaleno, el que naciera en un pequeño pueblo zacatecano, escribió con tal fecundidad obras teatrales, manuscritos de denuncia y manifiestos y que le dieron una fama que rápido le juntó trabajo, amistades en el mundo de la política y la farándula, de la alta intelectualidad de izquierda y derecha, pero sobre todo le dio a su patria chica la fama de ser tierra de hombres certeros y con la vitalidad de dar a conocer sus secretos.
Don Mauricio Magdaleno fungió más allá de ser alto funcionario, amigo de cineastas, escritores y gente de la vanguardia, su literatura, teatro, novelas y guiones de cine, reflejan en su mayoría la lucha de todo un pueblo como el mexicano ansioso de salir de sus pobrezas ancestrales, reivindicando en su historia la imagen limpia del ciudadano común ansioso de paz y orden en los destinos de la patria.
Al haber nacido un 13 de mayo, se le consideraba ordenado, práctico, minucioso, que sabía conducirse y hacer lo propio con los demás, tuvo contrariedades, luchas y obstáculos, pero poseyó la gran percepción psíquica que lo rescató de muchos peligros, lo elevó a tener excelente memoria, voluntad de hierro, gran poder de concentración, era discreto, honesto y disciplinado, íntegro, responsable y metódico, elegante y de buena entonación.
Don Mauricio Magdaleno es hoy una estampa real en nuestro álbum vigente del pueblo zacatecano que ha forjado la buena fama pública en la patria nacional que busca a toda costa estar en paz y en equidad permanente, su legado es sencillo y con la patente de que si osan explotar a los necesitados estos tarde que temprano, se levantarán con la tenebrosa consigna de muerte para lapidar a la muerte.
Falleció un lunes 30 de junio de 1986 a la edad de 80 años y con la lucidez y paciencia que siempre lo caracterizó. En un ardiente verano que vislumbró la literatura zacatecana de sus manos. ■
