«La vida no es otra cosa más que cuento»; música, cuentos y comedia, fue el escenario que vivió la Plazuela Goitia con la participación de la compañía de teatro de calle La Quinta, quien interpretó «Musicantes, murga mexicana Todo Terreno».
Con máscaras dramáticas, inspiradas por la insignia del teatro, y con sombreros llenos de flores coloridas, haciendo alusión al folklore mexicano, los autodenominados «nómadas» llegaron para amenizar la velada del lunes con humos musicalizados.
A pesar de tratarse de un espectáculo cómico y musical, los artistas dejaron entrever, en su performance, un tinte filosófico, recordando a los espectadores que «la vida merece ser vivida», y revelando que el secreto para llegar a la longevidad es evitar conflictos «nunca contradecir a nadie, el secreto de la juventud».
Asimismo, reflexionaron, entre risas y tonadas, lo que conlleva el camino de la vida y las rutas que en ella se recorren; «cuánto hemos saltado para llegar aquí, y cuánto saltaremos para llegar al final de la carrera», expusieron. Cabe señalar que las enseñanzas, para continuar con la amenización, se expresaban en forma de dichos o rimas.
Los artistas
recordaron a los
espectadores que
‘la vida merece
ser vivida’
Del mismo modo, a fin de retratar su origen, la compañía no dejó que faltarán las cumbias, música característica del Centro de México, y a la cual no podía faltar baile de acompañamiento.
Antes de partir, los intérpretes agradecieron a los presentes por su asistencia, y les recordaron que «aún hay fuego en nuestros corazones», de nueva cuenta haciendo referencia a la filosofía de vivir la vida.
De manera simultánea, en la Plaza Bicentenario, se realizó la instalación visual y sonora «No Stage», que tiene como fin darle la importancia que merecen los artistas callejeros. De acuerdo con la explicación expuesta en forma de vídeo, desde los juglares y hasta la actualidad, la música ha sido un medio para emitir mensajes, y los artistas callejeros así lo hacen, sin importar el género musical o el nivel socioeconómico al que pertenezcan.
La exposición presenta grabaciones de distintas ciudades del mundo, incluyendo la ciudad de México, Zacatecas, Medellín, Roma, entre otras, donde la tradición de las ovaladas acompañadas de música no parece tener fin.
