*Nómada
Cada año al inicio del mes de septiembre, se puede observar en la capital de Zacatecas y sus principales municipios una centena de vendedores ambulantes que cargan con carritos llenos de matracas, trompetas, diminutas sombreros, valeros, flautas, aviones de madera, banderitas, rifles tricolores y una decena más de juguetes tradicionales. En nuestro estado no solo en la temporada de las fiestas patrias sino también en otras ocasiones podemos observar la labor de antiguos jugueteros que realizan su labor conservando una herencia de siglos. Dice la maestra Livia Torres Roldan: “El juego y los juguetes han acompañado al hombre en su devenir histórico, acercarnos al juego, es asomarnos a las formas de organización y a las manifestaciones de los pueblos. La sociedad y los grupos que la integran de manera permanente, y es a través del juego, (que no es exclusivo de los niños), que las tensiones encuentran cause”.
Cuando el juego y el juguete son diseñados y elaborados por adultos, se convierten en animaciones de la convivencia social. Con pequeños objetos y grandes juegos, el niño ensaya en un mundo en miniatura su aprendizaje, para poder vivir después en un entorno más a su medida. Cada uno de nosotros ha experimentado la emoción de vivificar un objeto y transmutarlo al ritmo de nuestros sueños y fantasías; jugando y soñando crecemos, hasta que nos quitamos el permiso de ser niños, y por lo mismo, creadores.
En el México Precolombino ya encontramos datos contundentes que nos dicen que los niños y los adultos jugaban, el mural Tlalocan, ubicado en Teotihuacan, nos muestra un sinfín de individuos jugando con diversos objetos, entre ellos pelotas. Se han encontrado muñecos de barro, articulados en Cacaxtla, Tlaxcala de los cuales se dice que fueron jugados por que no se encontraron en contextos funerarios o sea fueron usados en la vida cotidiana; es famoso también el perrito con ruedas de tres Zapotes, Veracruz, el cual evidentemente era un juguete. En el México Prehispánico fueron populares el patolli, juego profano el cual era un antecedente de los juegos de mesa, el totoloqui el cual era una especie de boliche y por supuesto no puede dejarse de mencionar el juego de pelota el cual era un juego ritual y del cual encontramos vestigios en Chicomostoc y Chalchihuites. Cuando llegan los conquistadores hispánicos, traen consigo una serie de juegos y juguetes que heredaron a la vez de culturas tan antiguas como la hindú y la china. En la época colonial encontramos, trompos, yoyos, juegos de mesa, muñecas de pasta, marionetas y el famoso cometa, que nuestro país adopto el nombre de papalote, papalotl, mariposa en lengua náhuatl. En la actualidad en Zacatecas, existen jugueteros que trabajan, con fibras naturales, madera, barro y hojalata. En la ciudad capital, por poner tan solo un ejemplo, podemos encontrar a Don Marcelino García García, originario de Cieneguitas, poblado que pertenece al municipio de Jerez. Este hábil y creativo artesano de 82 años ha realizado desde hace muchos años juguetes de madera.
Don Marcelino pudo disfrutar desde pequeño de la rica cultura popular jerezana, jugando con trompos y baleros, creció hasta que vio el trabajo de un anónimo artesano que vendía carros de madera en la Alameda de nuestra capital, entonces se decidió a construir sus coloridas trocas, como él llama a sus camioncitos de carga.
Don Marcelino en la actualidad vende camioncitos, sillas , mesas y juegos de sala. Los recursos que cuenta para construir sus juguetes son muy rudimentarios pero gracias a su creatividad, logra hacer valiosas obras de la cultura popular. Don Marcelino y sus juguetes son un orgullo para los zacatecanos y gracias a él y muchos artesanos mas, nuestras tradiciones ancestrales siguen vivas.
Nómada: espacio patrocinado por la dirección de turismo de Zacatecas.
Nómada: Espacio de difusión de las fiestas y tradiciones de Zacatecas del Museo Etzcuincle.
