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domingo, 16 junio, 2024
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Luminarias de Santa Elena. Convivencia entre vivos y muertos

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Por: MARTÍN LETECHIPIA ALVARADO* •

  • Nómada*

En  la comunidad de Santa Elena, perteneciente al municipio de Pinos, Zacatecas, existe una tradición que evidentemente tiene una raíz precolombina, ésta es conocida como “las luminarias de Santa Elena” y forma parte de la antigua conmemoración a los muertos. El pueblo de Santa Elena perteneció al gran tunal o tunal grande de San Luis Potosí. En lo que hoy se asienta la población se han registrado 60 hectáreas de zona arqueológica, antiguamente habitada por grupos guachichiles, incluso se localizó en esta zona un centro arqueológico muy importante conocido como La Vaquita.

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Los guachichiles, según se cuenta, hacían “mitotes”, en ellos festejaban brincando sobre el fuego, ataviados con plumas  y el cuerpo y la cara pintados de rojo, en la cabeza portaban bonetes de piel y se dice que esto era para honrar sus difuntos. De hecho guachichil significa “cabezas pintadas de rojo”

Algunos relatos de época colonial dicen de ellos: “Indios chichimecas, salteadores, llamados guachichiles, gente muy belicosa y valiente no viven en el pueblo, habitan las sierras y cuevas, sustentándose de los ganados que roban y llevan de las estancias… Su arma es el arco y flecha. Andan en cueros sin género de vestido”. Ésta es una visión española que por supuesto trataba de hacer ver inferiores a los grupos originarios pero la realidad era diferente, tenían creencias y un estilo de vida que honraba a sus muertos,  el  acto ritual de brincar el fuego en sus conmemoraciones, por ejemplo tiene un significado ritual profundo.

Según el etnomusicólogo Efraín Rojas, al brincar sobre fuego, los grupos indígenas calentaban sus genitales, recuperando la energía del fuego, al mismo tiempo que se realiza una copulación con la misma tierra, este ritual era un acto de iniciación y nos conecta con la antigua tradición de las fogatas de San Juan.  En este rito americano llevado a cabo en Brasil, los jóvenes también brincan luminarias como un rito en la fiesta de San Juan el día 24 de junio, este día es muy especial dentro de las culturas antiguas porque en esta fecha el sol se encuentra en su punto máximo  pero también muere, el solsticio de verano significa muerte y vida, San Juan paso a ocupar el lugar de antiguas divinidades y se tiene la creencia popular de que en el onomástico del santo debe llover, precisamente porque antiguamente se creía que la lluvia copulaba con la tierra, así también como se creía que la siembra es un acto de copulación ritual.

La conmemoración a los muertos en la época prehispánica, está relacionada con los rituales propiciatorios y de magia imitativa, rituales llevados a cabo para que la vida que se está extinguiendo se recupere se regenere, hay una tradición en la creencia mesoamericana que plantea que todo lo que muere va al vientre de la madre tierra y ahí se regenera nuevamente…

Entre guachichiles se brincaban las luminarias, cuando ya habían pasado la cosecha, cuando se estaba preparando el grano para la próxima siembra, por eso eran necesarios los ritos que permitieran recuperar la fuerza de la tierra.

En Santa Elena,  la noche del 31 de octubre, se sigue realizando el rito de las luminarias y consiste en lo siguiente:

La gente desde muy temprano, busca leña seca, escobillas y nopales suficientes para realizar en los cerros cercanos al pueblo, enormes figuras que asemejan corazones, coronas, cruces o hileras, estas impresionantes figuras se incendian por la noche y cada una tienen un significado, por ejemplo dicen los habitantes de Santa Elena que las hileras son los caminos que conducen a las animas, el corazón es el órgano del cuerpo que da vida, y las coronas son la señal de ofrenda.

La noche del 31 de octubre, mientras las majestuosas luminarias iluminan el cerro, las familias salen afuera de sus casas y hacen luminarias pequeñas que los muchachos brincan como sus ancestros guachichiles; alrededor de cada luminaria la gente saca su ofrenda y ofrece a sus muertos, gorditas de horno, tamales, miel de colmena, ponches y sobre todo, el sabroso colonche, bebida alcohólica hecho con tuna cardona. ■

 

*Espacio patrocinado por la Secretaría de Turismo de estado de Zacatecas / Espacio de difusión de las fiestas y tradiciones zacatecanas del Museo Etzcuincle

 

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