El pasado viernes es anunciado a través de todos los medios y plataformas posibles la tercera detención consecutiva de Joaquín Guzmán Loera El Chapo por Fuerzas Federales y Castrenses, lo hizo personalmente Enrique Peña Nieto por su cuenta de Twitter, calificándolo de un gran logro, donde dijo: “Misión cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido”, seguido esto de un enorme y aparatoso revuelo por medios de comunicación y redes Internet, pasando todas las otras notas periodísticas a segundo término.
“Casualmente” sucede esto en un contexto particularmente desfavorable para el tecnócrata régimen priísta encabezado por Peña Nieto, donde al cierre de las operaciones bancarias de la semana, el dólar toca un máximo de $18.13. En tanto, la mezcla mexicana de petróleo para exportación cerró en 24.11 dólares por barril, su más bajo nivel desde 2003, y por si no fuera poco, la Bolsa Mexicana de Valores registra la peor jornada en un año, cerrando con una gran pérdida de 2.47 por ciento. Un viernes negro, y este lunes no se espera alguna recuperación, antes bien, la tendencia es que empeore el panorama financiero.
Todo esto es algo que los analistas financieros serios auguraban y esperaban, sin embargo los problemas de fondo no se resuelven, en corrupción México es ubicado en el lugar 103 de 175 naciones según el Índice 2014 de Percepción de Corrupción elaborado por Transparencia Internacional, y apenas en mayo pasado, después de dos años en la congeladora legislativa, se crea el Sistema Nacional Anticorrupción, que a la fecha no da muestras de existencia, incluso, hace prácticamente imposible destituir a un presidente en funciones por cargos de corrupción, y a la fecha, no vemos ningún resultado de esto, la corrupción sigue a todo lo que da.
Diversos especialistas han calificado a la actual administración federal como la peor en materia económica de los últimos 32 años, en los primeros dos años del gobierno de EPN, la economía creció 1.8 por ciento en promedio anual, una tasa menor a la de los 25 años precedentes, que fue de 2.1 por ciento promedio por año, de acuerdo con datos oficiales. Durante 2015 apenas excedió esta cifra, en tanto, los recortes del gasto en 2015 y 201 en conjunto sumarán alrededor de 1.5 por ciento del producto interno bruto (unos 259 mil millones de pesos), según analistas financieros internacionales, golpeando así programas sociales y clases más desprotegidas, junto con Pequeñas y Medianas empresas.
En seguridad, una política inexistente, o si existiese se calificaría como fallida, el régimen presumía que la tasa de homicidios dolosos totales a nivel nacional mostraba una tendencia a la baja, en 2013 y 2014, pero datos desde enero de 2015, comprueban que está a la alza, llegando a los 14 mil 069 homicidios al cierre de octubre. En general, todas las cifras e indicadores muestran esa tendencia, la inseguridad está peor que nunca, un caso concreto en nuestra entidad, en tanto la cantidad de hechos de violencia, secuestros, asaltos, ejecuciones violentas suben día a día en Zacatecas, y concretamente en Fresnillo, 250 federales que estuvieron en El Mineral en el contexto del operativo Fresnillo Seguro, apenas el sábado (cuando sucedieron varios incidentes de balaceras, persecuciones y presuntos fallecidos, según trasciende por redes sociales y algunos medios de comunicación) abandonan el municipio, sin dar más explicaciones a la sociedad.
Así, con la devaluación del peso que llega ya a más de 18 pesos por dólar; del derrumbe de la producción del petróleo; con la caída de los precios del crudo a niveles críticos de 24 dólares, cuando a México le cuesta 23 dólares producirlo; con la decisión de la reserva federal de Estados Unidos para elevar su tasa de interés de referencia a entre 0.25% y 0.50% y la consiguiente salida de capitales del país; con la posibilidad de que este 2016 repunte rápidamente la crisis económica no reconocida que está ya enfrentando nuestra nación y con el poder que han alcanzado las organizaciones criminales llegando también a niveles preocupantes, al parecer estamos en la antesala de que estalle un grave problema sistémico que el gabinete debe enfrentar urgentemente, ya con un control de daños formal.
Por todo ello, el incidente de la tercer captura del Chapo Guzmán está envuelto en tintes dudosos para la mayoría de la sociedad, percibiéndose como parte de ese control de daños, como un distractor que pudiera estar enmascarando el inicio de una crisis en México grave, con consecuencias todavía indefinidas, que tanto el gobierno federal, como estatales e incluso municipales están aprovechando para ampararse de la situación difícil que ha provocado el régimen, y que se agrava día a día.
En lo local, en un Zacatecas ya inmerso en el proceso electoral que inicia, este hecho no pudiera haber llegado en un mejor momento para el régimen priísta de Alonso Reyes, golpeado en la opinión pública por el endeudamiento sin pudor al que está sometiendo al estado, por los señalamientos de corrupción, por la incontrolable inseguridad que se ha apoderado del estado con sus municipios más productivos y por la agobiante pobreza en la que vive la inmensa mayoría de los zacatecanos, por supuesto que Alonso felicita a Peña, le alivia presión social.
Con o sin el Chapo en la cárcel, a quien poco pareciera limitar, nuestro país está en una situación crítica, que todos los mexicanos debemos involucrarnos para resolver, no nos dejemos llevar por cortinas de humo, el régimen no resolverá nada, esta ahogado en sus propias trampas, corruptelas y errores, la solución para superar crisis, mejorar el estado de cosas, y meter a la cárcel a quien debe estar ahí, está en nosotros mismos, en involucrarnos en la vida pública, en enterarnos de todo y en participar activamente en la toma de decisiones que a todos nos competen.■
