El pasado 2 de octubre se conmemoró la fundación del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), surgido como asociación civil ese mismo día pero de 2011. Esta agrupación política emergió apoyando a Andrés Manuel López Obrador, AMLO, en el marco de las elecciones presidenciales de 2012, las que dejaron como ganador a Peña Nieto, con quien una vez que tomó posesión de la Presidencia diversas fuerzas políticas, entre ellas el PRD, firmaron el Pacto por México con principios neoliberales. Frente a esto, AMLO tomaría salió del partido fundado en 1989 para recorrer el país y consolidar la recién creada agrupación, Morena. De inmediato se decidió convertirla en partido político registrado legalmente, por la ruta de realizar 20 asambleas estatales con 3 mil asistentes cada una.
En 2013, Martí Batres notificó al IFE la intención de Morena de convertirse en partido, trazando como objetivos la realización, no de 20, sino de 32 asambleas estatales, con un mínimo de participación de 3 mil afiliados. En septiembre se anunció el calendario de las asambleas, las cuales iniciarían ese mismo mes y concluirían el 14 de diciembre, para realizar al otro día una asamblea nacional en el Zócalo. Fue un trabajo muy duro, a veces se hacían varias en un mismo día, lo que requería disciplina y cohesión. También había otro elemento, el intento de sabotaje por parte de las autoridades y del PRI. En Zacatecas, el primer intento no fructificó porque la expresión monrealista de Fresnillo decidió sabotearla no registrandose formalmente para hacer quedar mal ante AMLO al Lic José Luis Medina Lizalde, primer presidente estatal del partido, de manera que se realizó con éxito en un segundo intento una semana después. Antes de lo planeado, el 10 de diciembre del 2013, Morena reportó que había cumplido ya con el número de asambleas requeridas por el IFE según la ley electoral. Finalmente, en julio del 2014, el entonces recién creado Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó por unanimidad de votos el registro de Morena como partido político nacional. Hoy es el partido con más posiciones de gobierno conquistadas, pero su institucionalidad interna es muy débil.
La existencia formal de Morena en Zacatecas ha tenido un sinfín de problemas debido a la intromisión indebida de la dirección nacional en decisiones que corresponden a la dirigencia local debidamente establecida, llegando al extremo de desconocer al profesor Fernando Arteaga, presidente estatal, para favorecer ilegalmente a la expresión monrealista, primero en la selección y registro de candidatos locales y federales, y posteriormente en la realización de una elección de congresistas y consejeros con la participación abusiva de los empleados de la delegación de bienestar, para excluir de la estructura formal de Morena a todos los equipos de fundadores.
En estas condiciones, en las elecciones locales del año 2021, la mayoría de los electores decidió votar por Morena, hecho que solo benefició a la expresión política formada y dirigida por Ricardo Monreal Ávila: fueron electos David Monreal como gobernador del estado; Saúl Monreal, fue reelegido como alcalde de Fresnillo; Julio Cesar Chávez logró continuar su mandato en Guadalupe; Benelly Hernández, la ex asistente del senador Monreal, gano una diputación federal; mientras que Verónica Díaz continuo como delegada del Bienestar en el estado. Muchos zacatecanos dieron el beneficio de la duda a esa expresión, que desde entonces ocupa los diversos cargos de representación política y administrativa en Zacatecas, solo para beneficio de unos cuantos.
Después de dos años sus resultados están a la vista. Las encuestas indican claramente que el pueblo de Zacatecas no desea el triunfo del PRIAN, pero también muestran la insatisfacción de amplios sectores de la sociedad con la conducción política y administrativa del monrealismo; mientras que al presidente lo aprueban 7 de cada 10 encuestados; al gobernador Monreal solo lo aprueban 3 y al alcalde de Fresnillo apenas 2 de cada 10 fresnillenses. El propio Ricardo Monreal ya fue castigado duramente en las recientes encuestas en las que compitió como una de las corcholatas y quedó en último lugar. Estos números reflejan con claridad que las y los zacatecanos confían en el presidente López Obrador, pero no en los equipos responsables de llevar a cabo la 4ª T en Zacatecas y que se han alejado de los principios de “No mentir, no robar y no traicionar al pueblo”.
Ante la cercanía del proceso de designación de los candidatos de la 4ª T, ya han empezado a circular las denuncias de utilización fraudulenta de recursos humanos y financieros para apoyar el madruguete de los aspirantes monrealistas, el alcalde Saul Monreal y la delegada del bienestar Verónica Diáz. Mientras que sus contrincantes, José Luis Medina, Ulises Mejía y José Narro recorren el estado buscando a los excluidos y reconstruyen sus redes de apoyo, animados por los resultados de las encuestas referidas. Es urgente que ya inicie sus funciones en Zacatecas la representación de la coordinadora Claudia Sheimbaum, único factor capáz de generar las condiciones para que termine la época de las imposiciones y dedazos en esta entidad. Urge aire fresco en la democrácia de Morena Zacatecas.
