■ Se deben abandonar las conferencias de prensa y declaraciones de políticos, empresarios, gobernadores
■ La sociedad “no ha hecho nada por enfrentar la violencia generada por el narcotráfico; hay un déficit de genitales en el país”, afirma el corresponsal de La Jornada en Sinaloa
El periodismo debe abandonar las conferencias de prensa y las declaraciones de políticos, empresarios, gobernadores o funcionarios y, por el contrario, debe contar historias de la gente, opinó Javier Valdez, corresponsal de La Jornada en Sinaloa, durante una conferencia impartida este miércoles a estudiantes de la Unidad Académica de Economía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
En un contexto en el que la cultura del narcotráfico prevalece en la sociedad, cuestionó la parálisis en ésta, pues no ha hecho nada por enfrentar la violencia generada por ese fenómeno y prefiere mantenerse en la comodidad: ver la televisión con una cerveza al lado; “hay un déficit de genitales en el país”.
“¿Los muertos los ponemos nosotros, pero ¿dónde están las protestas por los muertos? Cuando en Culiacán mataron a Sandra Luz Hernández, ella vendía Avón y Tupperware, iba a las colonias o vendía sus productos, pero también preguntaba por Edgar, su hijo desaparecido. Un día le dijeron que fuera a tal lugar donde le dirían dónde estaba su hijo, fue y la mataron”.
“Esto que está pasando es para que la gente salga a la calle y proteste, un plantón o una marcha, pero no pasa nada. En ese caso, hace cuatro años que la mataron salían 20 a protestar pero ahora van cinco o diez personas a recordar el aniversario de este asesinato”, agregó Valdez.
Indicó entonces que, a través del discurso que criminaliza a las personas que han sido asesinadas por los cárteles del narcotráfico, la sociedad está desconociendo a sus muertos y muestra una actitud de encierro, “de acostumbrarnos a la muerte”.
“Nosotros vivimos esa realidad pero la permitimos, les dimos la calle, la banqueta, nuestras cocheras y preferimos encerrarnos. Nos acostumbramos a la muerte porque es una forma de sobrevivir”, expresó.
Añadió en ese sentido que “la ciudadanía dio dos pasos para atrás y se encerró. Entonces no queremos enterarnos de los muertos porque no queremos sentir, porque sentir es sufrir y a veces eso nos puede empujar a protestar y salir a la calle, pero contrario a ello queremos la comodidad, el confort”.
Desde su punto de vista, el periodismo debe escribir historias sobre la injusticia y la impunidad que existe en el país, así como historias sobre las madres que caminan el monte o las montañas para buscar a sus hijos desaparecidos.
Valdez concluyó que el periodismo debe ser humano y para ello los periodistas deben salir a la calle y “hacer las historias del narco desde la banqueta”, como por ejemplo el caso de un joven que entrenaba a niños para jugar futbol en un barrio, hasta que un día lo confundieron o le cayó mal a un narco y lo asesinaron. Luego “el barrio se pudrió, ya nadie está en la calle ni niños corriendo por los balones”.
Un periodismo más humano, dijo, provocaría que la gente vuelva a leer los periódicos, porque se sentiría reflejada. Contrario a ello, sólo ven en los medios a los funcionarios, empresarios o dirigentes.
