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miércoles, 15 mayo, 2024
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Evaluación de la docencia desde una perspectiva reflexiva

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Por: RAMIRO ESPINO DE LARA •

La evaluación como término polisémico complica el proceso precisamente evaluativo, remite de una manera mecánica y automática a un número, mismo que no es otra cosa más que una calificación que se traduce en calificativo; en los centros educativos lamentablemente por inercia o sentido común se practica una evaluación no participativa, lineal, autocrática, totalitarista y de poco significado. En sí, la evaluación hoy día es una actividad excesivamente técnica, situación que se ve reducida a la aplicación de instrumentos de medición con fines de control.

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La evaluación es un proceso meramente subjetivo, por tal motivo no podemos emitir un veredicto que sea objetivo –calificación-, dicha subjetividad debe conducir hacia la contextualización y consideración de todos los factores que puedan condicionar el proceso evaluativo y a los individuos que intervienen en ella, debe tener un sentido formativo y participativo, una evaluación que siempre encuentre respuesta a cualesquier pregunta que se le haga, una de ellas considerada como elemental…¿para qué evaluar?, si la respuesta se colectiviza, se determinarán metodologías, estrategias y acciones, en consecuencia, no se procederá con la misma metodología ni instrumentos ni mucho menos los mismos procedimientos.

Actualmente la evaluación sólo responde a fines meramente administrativos, dejando de lado los fines formativos, mismos que deben ser considerados de suma importancia; esto hace que los docentes difícilmente instituyan una metodología evaluativa propia, les impide la plena contextualización de sus estrategias de forma tal que las acciones que emprendan no puedan arrojar los mejores resultados; reitero, la evaluación es un proceso complejo que debe llevarse a la práctica de manera integral, continua y con sentido formativo y participativo.

Sobre este respecto, Arbesú, I., en su obra La evaluación de la docencia como práctica reflexiva asevera que la evaluación formativa de la docencia supone la revisión planificada y sistemática del propio quehacer, otorgando las condiciones necesarias para involucrar a los docentes en procesos de análisis y reflexión crítica sobre sus propias creencias y prácticas de enseñanza.

La evaluación de la docencia desde una perspectiva reflexiva, requiere necesariamente una metodologización, misma que se trabajaría de la siguiente manera:

Reuniones con docentes

La finalidad de dichas reuniones sería para conocer el propósito de  los docentes hacia su evaluación, recoger sus percepciones respecto a los procedimientos que utilizan para evaluar el proceso educativo y evaluarse en su proceso docente. Las siguientes interrogantes en gran parte orientarían las reuniones:

  1. ¿Qué sentido se le asigna a la evaluación docente?
  2. ¿En qué se cree que se ayude a la academia mediante un sistema de evaluación docente?
  3. ¿Qué aspectos pueden ser evaluados con un sistema de evaluación docente?
  4. ¿Qué instrumentos se pueden diseñar para la evaluación docente?
  5. ¿Cuál es el efecto que se cree se puede tener con la aplicación de los instrumentos de evaluación docente para mejorar la calidad de la docencia?
  6. ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades que se pueden percibir en el sistema de evaluación docente?

 

Reuniones con estudiantes

Se hace necesario tener reuniones con los alumnos representantes de cada grupo con la finalidad de recoger sus propios puntos de vista sobre el sistema de evaluación que utilizan los docentes. En dichas reuniones se vería la percepción respecto a las evaluaciones que los docentes hacen a los alumnos, para valorar si realmente el docente mejora su proceso didáctico y evaluativo; las reuniones se grabarían en audio para luego transcribirlas y hacer las interpretaciones pertinentes, las siguientes interrogantes guiarán estas reuniones:

  1. ¿Para qué crees debiera servir o ayudar un sistema de evaluación docente?
  2. ¿Qué aspectos de la docencia a nivel de aula te parece que se podrían evaluar?
  3. ¿Cuál es el efecto que crees pueda tener el uso de cuestionarios de evaluación docente?
  4. ¿Quisieras agregar algo que no se haya considerado en las preguntas anteriores?

 

Talleres de evaluación y formación docente

Una vez realizado el análisis de las reuniones tanto de docentes como de los representantes de los estudiantes, se haría necesario organizar este tipo de talleres cuyo objetivo primordial sería el de promover un espacio de reflexión y autoevaluación de la práctica docente en donde los profesores asistentes decidieran qué tipo de cambios o mejoras necesitan instrumentar en su trabajo cotidiano. Con estos talleres se pretende que los docentes en un primer momento analicen las características de su propio estilo de ejercer la docencia, seguido de las opiniones que los estudiantes externan sobre ellos, precisamente en cuanto a dicho estilo y, que metodológica y estratégicamente diseñen un proyecto de planeación y evaluación de sus propios contenidos curriculares.

En conclusión, evaluar la educación, la docencia, los aprendizajes, los procesos, el currículum, la planeación, etc., requiere de actuar bajo principios que surjan del contexto y no de los postulados teóricos, de construir metodologías e instrumentos que no sean consecuencia de prenociones sino de pleno conocimiento de los sujetos que serán evaluados, los contenidos y el contexto a evaluar; lo anterior será posible si y sólo si se promueve en el colectivo la reflexión que conduzca al análisis, la crítica y la propuesta. ■

 

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