Ciudad de México. En México, uno de cada cinco «hogares familiares», referidos a que los habitantes de una casa tienen relaciones de parentesco, está integrado sólo por uno de los padres y sus hijos, de acuerdo con datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre el Día de la Familia,el cual cumple 12 años consecutivos de celebrarse en el país el primer domingo de marzo, a pesar que desde 1994 el Día Internacional de la Familia fue instituido el 15 de mayo por la Organización de Naciones Unidas.
En los últimos 25 años el número de hogares en México pasó de 16.2 millones en 1990 a 32.3 millones en 2014, pero no todos son «hogares familiares», de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) más reciente, levantada hace dos años por el Inegi.
El 96.8 por ciento de la población mexicana, es decir 115.7 millones de personas sí viven en «un hogar familiar» en el que se incluyen tanto aquellos donde ambos cónyuges están presentes como donde sólo esta uno de ellos y que son considerados «nucleares». En promedio, cada uno de estos hogares cuenta con 4 integrantes (padre, madre e hijos), aunque los hogares más grandes llegan a tener más de 5 miembros y hay un 21.5 por ciento de ellos donde además de la familia nuclear, otros parientes o no parientes viven en la misma residencia.
«Los hogares constituidos por uno de los padres y sus hijos representan 20.1 por ciento del total», es decir 6.4 millones de hogares y de ellos en 85.7 por ciento son casos donde la madre vive con sus hijos y en 14.3 por ciento el padre con sus hijos, detallan las cifras del Inegi.
Otro 13.9 por ciento corresponde a hogares de parejas sin hijos, sea porque ya salieron del hogar o porque la pareja no tiene descendencia y 3 por ciento corresponde a hogares de jefas o jefes de familia que viven con otros parientes, pero no con su cónyuge ni con sus hijos.
HAY 3.8 MILLONES DE MEXICANOS QUE VIVEN EN «HOGARES NO FAMILIARES».
La encuesta revela también que 3.2 por ciento de la población total del país, equivalente a 3 millones 824 mil 984 mexicanas y mexicanos viven en «hogares no familiares». Ese 3.2 por ciento se divide en 2.7 por ciento de la población que permanece sola, es decir más de 3.2 millones de personas, y otro 0.5 por ciento, casi 600 mil mexicanos, son corresidentes, lo que implica que habitan en el mismo lugar con otras personas sin que sean familiares.
Si bien 73.6 por ciento de los hogares familiares de México es encabezado por el padre, el Inegi destaca que «sigue en incremento» la proporción de hogares que tienen a una mujer como jefa de familia. En 1990 estos casos representaban 17.3 por ciento del total pero para 2014 ascendieron a 26.4 por ciento.
La viudez representa 30 por ciento de las causas que explican porque los hogares son presididos por mujeres. Sin embargo, tal porcentaje queda rebasado por la suma de los casos de separación (21.7 por ciento), divorcio (7.4 por ciento) y soltería (16.5 por ciento) que, en conjunto, representan 45.6 por ciento del total. Las jefas de familia viven sobre todo en ámbitos urbanizados (54.5 por ciento) y la migración de los hombres también provoca que muchas de ellas estén a cargo del hogar.
«La viudez, como resultado de una mayor sobrevivencia y en consecuencia una esperanza de vida más alta entre las mujeres, el aumento en el número de las separaciones y divorcios, el incremento en el total de madres solteras y los importantes contingentes migratorios mayoritariamente masculinos» explican las tendencias sociodemográficas del incremento de los hogares a cargo de mujeres, indica el Inegi.
Las jefas de familia tienen en promedio 47.5 años, más edad que los 45.4 años que presentan los jefes varones, y la mayoría de las mujeres tiene menos escolaridad que los hombres. Así, mientras 17.3 por ciento de los jefes de familia cuentan con estudios de educación superior, en el caso de las mujeres sólo es 13 por ciento. En educación media superior ambos sexis casi se equiparan porque en los hombres es 17.9 por ciento y en las mujeres de 17.4 por ciento.
Sin embargo, en secundaria y primaria ellos alcanzan 25.7 y 32.7 por ciento del total , respectivamente contra un 20.2 y 37.1 por ciento de ellas. Entre las cabezas del hogar que carecen de escolaridad las mujeres duplican a los hombres porque representan 12.3 por ciento del total contra 6.6 por ciento de los padres.
