Lo primero son los espíritus. Para la lectura de un libro como este debes de creer en ellos. Es más: convertirte en uno o bien situarte en una anquilosada mesa al caer la tarde, rodeado de extraños personajes, en medio de una oscuridad de lo más cerrada, mientras están a la espera de establecer contacto con el más allá, con el espíritu de Francisco I. Madero.
No tiene chiste su lectura si no es así. Hay libros que te exigen una actitud previa antes de su lectura y este es uno de ellos. Aunque sea por un momento la obligación es darles a los espíritus buena parte del crédito. Luego a Francisco I. Madero. Y las conversaciones que sostuvo con ellos cuando él les creía lo que le dictaban desde el más allá. Por donde se mire resulta de lo más extraordinario.
En 1999 la revista “Letras Libres” publicó un texto de Alejandro Rosas donde él señala la relación que mantuvo Francisco I. Madero con los espíritus. Supongo que el texto fue antes de que se publicaran todas sus conversaciones en sus obras . Con mis 22 años, el texto a mí me cautivó; de hecho aún conservo el ejemplar de la revista. Temas así siempre consiguen hacerlo. Independientemente de si crees que los espíritus existen o no. Por eso este libro acepta distintas lecturas. La primera de ellas es histórica: se nos presentan los lamentables sucesos en los que pierden la vida Francisco I. Madero al ser acribillado, junto con José María Pino Suárez, el 22 de febrero de 1913, cobardemente por las huestes del feroz Victoriano Huerta. La segunda es a manera de novela de misterio donde los espíritus son el personaje principal.
Quiero decir que Alejandro Rosas, el autor de “La revolución de los espíritus. Francisco Ignacio Madero” (Editorial Turner 2018) nos narra los hechos históricos con la precisión de un narrador que para nada resulta anodino, como sí resultan muchos de los textos escolares (este libro no es uno de ellos), por eso es que en ocasiones da tanta hueva acercarse a aquellos grandes héroes que forjaron la patria. Con una prosa muy cercana a un lenguaje cinematográfico, Alejandro Rosas se encarga de detallar con precisión las circunstancias misteriosas en las que se llevó a cabo el homicidio, y es a partir de este misterio que prosigue con recurrentes flashbacks y distintas perspectivas narrativas en la que los personajes principales son Francisco I. Madero y sus tantas sesiones espiritistas (ya documentadas en su obra completa), como aproximaciones al lado más oscuro y desconocido de su biografía, ahí donde prevalece la fe en un fenómeno que si bien a muchos nos puede resultar explicable desde el punto racional, a otros les atraerá precisamente por ese halo enigmático, y hasta terrorífico, que se da en historias de este tipo. Y no es para menos, ya que para el autor y divulgador de la historia, Alejandro Rosas, “la Revolución Mexicana se inició desde el más allá, pues uno de sus principales impulsores, Francisco I. Madero, fue instruido por los muertos para cambiar a México”. Si se está de acuerdo o no, el lector es quien tiene la última palabra, pero eso, precisamente, el debate en torno a las distintas conversaciones que Madero sostuvo con los espíritus, su trascendencia o su irrelevancia, y sus posteriores apariciones tras de su muerte a través de un médium, en la que incluso la mismísima Sor Juana escribe un poema para el hermano Madero (incluido en el libro) es lo que busca generar la propuesta principal de “La revolución de los espíritus. Francisco Ignacio Madero”. ■
