■ Acudirán a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, señala Luis Medina Lizalde
■ El trabajo del partido en la entidad será continuar con la labor informativa, comenta
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es la instancia que “mantiene viva la esperanza de que, por una vía jurídica, pueda el pueblo mexicano ejercer su derecho a decidir su futuro”, aseguró el presidente estatal del partido de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Luis Medina Lizalde.
Tras la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en la que se declararon inconstitucionales las propuestas de realizar una consulta ciudadana en torno al tema energético, Medina Lizalde explicó que acudirán a esta institución internacional “porque vamos a necesitar toda la capacidad de solidaridad de los pueblos para enfrentar un régimen que se cae de podrido pero que al caerse puede aplastar a los mexicanos”.
Los procesos ante estos organismos como la CIDH son largos y, mientras se desahogan, el trabajo del partido en la entidad y en el resto del país, agregó, será el de continuar con la labor informativa entre la sociedad, a fin de “concientizar respecto de la importancia de recuperar la soberanía sobre los recursos naturales”.
La resolución de la Suprema Corte, precisó, atenta contra los mexicanos porque coarta su libertad de decidir el rumbo del país. Comentó también que lo que refleja este rechazo a consultar a la ciudadanía es que incluso esta instancia que imparte justicia en el país está supeditada a los intereses de grandes empresas extranjeras.
Al respecto, sostuvo por tanto que a los mexicanos “La suprema corte acató una consigna que, a través del Presidente de la República, emite el gran capital transnacional y la suprema corte desde ese punto de vista perpetró un grave atentado al estado de derecho de la nación y confirma el diagnóstico de colapso del Estado mexicano”.
Este colapso al que se hizo referencia, precisó el líder de Morena en Zacatecas, es el de las instituciones y la falta de capacidad que estas tienen para dar cabida a ejercicios democráticos como las consultas populares, a diferencia de lo ocurrido en otros países.
Sostuvo que “hay un colapso de la institucionalidad por la incapacidad de darle curso a procesos de interés colectivo que son tan asimilables en las democracias como lo acaba de demostrar Escocia. Ya lo hizo Canadá hace 25 años, lo hizo Checoslovaquia que se separó en dos y lo han hecho varios países latinoamericanos que rechazaron la reforma a las pensiones por la vía de la consulta popular”.
No obstante, concluyó que en lugar de estar al nivel de estas democracias que abren espacios para que los ciudadanos puedan tomar decisiones cruciales para su futuro, en México se está negando “el derecho a vivir conforme a las leyes” y se está en la misma línea que otras “oligarquías podridas y corruptas” como la de España, donde también se ha impedido la votación popular para decidir, por ejemplo, la permanencia en territorio español la independencia de la región catalana, ubicada al noreste de la península ibérica.
