■ Se plantea la sede sea la ciudad de Zacatecas o Mazapil, explica José Narro
En conferencia de prensa, el senador José Narro Céspedes informó con respecto al conflicto entre ejidatarios de la comunidad Cedros, Mazapil y la minera Peñasquito perteneciente a la empresa Newmont-Goldcorp, que entre mañana martes o el miércoles se va a instaurar nuevamente un mesa de diálogo entre las partes, con la visita de un alto cargo de la mina, sin embargo, dijo, se está planteando que sea en Zacatecas o Mazapil porque así lo quieren los ejidatarios.
De igual manera, el senador dio a conocer que este lunes el gobernador Alejandro Tello irá nuevamente a Mazapil para reunirse con los ejidatarios, acción que reconoció, porque solamente ha ido a inauguraciones o eventos, pero no ha asistido a conocer los problemas que se tienen en la región ni a platicar con los ejidatarios. “Me parece que antes de entrevistarse con los empresarios debería escuchar a su gente, a la gente de Zacatecas, a las comunidades afectadas”.
Igualmente Narro anunció que se está planteando la visita del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador a Mazapil, algo que también es de celebrarse porque ahora serán quienes tomen el asunto es sus manos, para lo cual, dijo, como líder del Frente Popular por la Lucha de Zacatecas (FPLZ) y de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA) estarán atentos al asunto.
Narro Céspedes reiteró que la decisión de volver a bloquear los accesos a la mina en Mazapil fue de los ejidatarios de Cedros, pues la gente está muy molesta porque no se han solucionado los temas de fondo. “Nosotros les dijimos que se esperaran para seguir trabajando en que se cumplieran los acuerdos. Ellos tomaron la decisión que no compartíamos, pero les comentamos que vamos a seguir apoyando las causas que consideramos justas, pero nos vamos a mantener un poco distantes de este problema, no nada más José Narro, sino la organización. Esperamos que las cosas caminen”.
Y es que el senador consideró como una broma la solución que proponía la mina, pues argumentó que querían contratar a ejidatarios y transportistas sin pagarles salarios caídos, con un contrato nuevo sin antigüedad, además de que la minera solicitó otras 10 mil hectáreas para explotación y 8 mil más para exploración, a cambio de una alberca, asadores, una cancha de futbol y beisbol. “Es una broma. En un lugar donde no hay agua”, concluyó.
