Las naciones más pobres también se han visto obligadas a retrasar los suministros porque no tienen suficientes instalaciones de almacenamiento, incluida la falta de refrigeradores para las vacunas.
Los rescatistas se habían estado comunicando con otros sobrevivientes que aún estaban atrapados debajo del edificio derrumbado, por lo que los trabajadores de la construcción temen que decenas de sus colegas estén atrapados adentro.