■ Una persona con poco sentido del humor no tiene la capacidad de reírse de sí mismo, de sus errores o de las situaciones, explica la docente Emma Perla Solís Recéndez
Las personas con falta de habilidades sociales, bajo sentido del humor, poca creatividad para buscar soluciones, con rigidez emocional e impulsividad, son quienes han tenido mayor predisposición a padecer estrés crónico en la contingencia sanitaria por el Covid-19, afirmó Emma Perla Solís Recéndez, docente de la Unidad Académica de Psicología de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ).
Al respecto, comentó que el estrés crónico es un grado de este problema que es permanente, contrario al estrés agudo, que es pasajero, como por ejemplo cuando es el momento de aplicar un examen, al ser crónico, el problema puede generar trastornos en la personalidad.
Sobre la predisposición de las personas para contraer estrés, precisó que las personas con poco sentido del humor, que hace referencia no a alguien que no entiende chistes, sino a quien no tiene la capacidad de reírse de sí mismo, de sus errores o de las situaciones.
En el caso de las personas que tiene poca creatividad para resolver problemas, es propensa al estrés porque cuando las cosas no salen como espera, se frustra y hasta ahí llegan sus recursos. Por el contrario, las personas creativas tienen más facilidad para salir del estrés.
Asimismo, Solís Recéndez mencionó que las personas que son impulsivas, al no tomar decisiones de manera consciente, se vuelven predispuestos para desarrollar estrés en un nivel crónico.
Por otra parte, expuso que al ser humano le cuesta mucho pensar en su propia muerte y no se percibe a sí mismo como un ente vulnerable, pero repentinamente “nos encierran porque nos hicieron ver vulnerables y eso nos afectó mucho porque todos los mecanismos de defensa que tiene el yo están hechos para protegernos de esa sensación de vulnerabilidad”.
También expuso que el ser humano se gesta como tal cuando se vincula con otros, es decir, “nos hacemos humanos a través del contacto con otros, eso nos humaniza y nos hace ser sensibles, pero cuando nos quitan esa posibilidad, entonces genera estrés por la sensación de no sentirnos parte del grupo social”.
Solís Recéndez expuso que entre los jóvenes, las causas de estrés o ansiedad son la pérdida de un ser querido, problemas en casa, conflictos o desacuerdos con amigos, dinero, separación de los padres y relaciones de pareja.
Por último, manifestó la necesidad de cuidarse del estrés crónico, porque ello genera bajo rendimiento, problemas sexuales, dolor de cabeza, problemas cardiovasculares, temores irracionales, angustia e irritabilidad,
