No se molesten por el título de la columna, les explico cómo surgió la frase: Eran las elecciones presidenciales de 1992 en Estados Unidos y el presidente Bush (Republicano) se enfrentaba a un joven de nombre Bill Clinton (Demócrata), Bush era el favorito en todas las encuestas, 90% de los americanos lo respaldaban como presidente, pero James Carville puso una cartulina en la casa de campaña de Clinton con la frase “Es la economía, estúpido”, a partir de ese momento, la campaña de Clinton se concentró en la vida diaria de las personas y sus problemas económicos, mientras que Bush hablaba de sus hazañas militares, al final, Clinton conquisto a 44 millones de norteamericanos para arrasar en las elecciones y convertirse en presidente.
Lo que demostró la campaña de Bill Clinton es que los políticos deben enfocarse en resolver las verdaderas preocupaciones de la gente, tratar de engañar a los ciudadanos es una pérdida de tiempo, porque tarde o temprano las personas terminan aborreciendo a los farsantes.
Y… ¿Cómo se vincula esa historia con Zacatecas?
Pues aquí tenemos un gobernador que quiere ser “diferente”, para eso ha mandado a la mitad de su gabinete a dar conferencias de prensa, para explicarle a los zacatecanos todas las maldades que encontraron al recibir el gobierno.
Primero salió el secretario de Finanzas a decir que encontró un desastre financiero, que la deuda es monumental, que no tienen dinero, que les faltan 2 mil millones de pesos para cerrar el año y que la federación quiere que le devolvamos más de 5 mil millones porque Miguel Alonso no pudo justificar esos gastos y que estamos a un paso de la quiebra.
¿Ustedes se sorprenden al saber eso? Yo tampoco, ya sabíamos que las finanzas de Miguel Alonso eran una madeja de inconsistencias, desvíos, desfalcos y deuda. Lo que sorprende es que Miranda nos quiera ver la cara de tontos, él tiene pruebas de los desfalcos y acusa en los medios, pero no se atreve a tocar al gobierno anterior ni con el pétalo de una denuncia penal.
A nadie le sorprende la corrupción en el gobierno de Miguel Alonso, lo que sorprende a todos es la cara dura del gobierno de Tello, tienen el cinismo de presumir todas las irregularidades del gobierno anterior y al mismo tiempo le garantizan impunidad al ex gobernador y sus ex funcionarios.
¿Quieren más? ¿Quieren reír y llorar al mismo tiempo? Pues lean esto:
Hace unos días aparecieron en las primeras planas del NTR, documentos que demostraban que Lucia Alonso le otorgó bonos millonarios a sus funcionarios de confianza, para que se den una idea, un funcionario que ganaba 13 mil pesos quincenales, también cobraba un bono de 150 mil pesos mensuales, eso se llama nomina secreta, ya había sido denunciada por Soledad Luévano, así que nadie se sorprendió, pero lo que sucedió después es digno de reflexión, según el periódico, los documentos fueron solicitados por la esposa de Tello al secretario de Administración, ¿Cómo los tiene NTR? Es obvio que ella los filtró, pero cuando la nota de los bonos millonarios apareció en La Jornada nacional, la señora de Tello dijo que ella jamás declaró lo de los bonos millonarios, o sea, filtra los documentos y cuando aparece el chipote, esconde la mano que todos vimos.
Primero fomentan la divulgación de los actos de corrupción, después esconden la mano y luego se convierten en cómplices de una corrupción que se niegan a sancionar.
Tello y su equipo están jugando en arenas movedizas, entre más le mueven, más se hunden.
El problema no es la corrupción, el problema es la impunidad, dar a conocer los desfalcos sin sancionar a los responsables es burlarse de los zacatecanos ¿Ahora somos sus mensos? nos roban, nos confirman el robo y los ladrones se pasean con toda tranquilidad en nuestras narices.
¿Quieren algo peor?
La semana pasada, el director del Incufidez dio conferencia de prensa para anunciar las irregularidades encontradas en el organismo, entre otras linduras, encontró aviadores, materiales y equipo que fueron pagados pero que no aparecen por ningún lado además de varias inconsistencias en la construcción y puesta en marcha de las instalaciones deportivas, pero a las pocas horas, el mismísimo gobernador salió a dejar en ridículo a su funcionario, Tello reconoció (a pesar de las evidencias) el gran impulso que tuvo el deporte en el sexenio de Miguel Alonso ¿Será mucho pedir que se pongan de acuerdo? Primero se indignan por la corrupción encontrada y a las pocas horas se dicen maravillados por el trabajo de Alonso y sus secuaces ¡Aguas con los trastornos mentales! parece que ser bipolar es la “moda” en el nuevo gobierno.
Ojalá que los nuevos funcionarios entiendan que no basta con exhibir la corrupción, los zacatecanos merecemos respeto y aquellos que nos robaron deben ser sancionados, CASTIGAR A LOS CORRUPTOS ES LA ÚNICA FORMA DE TERMINAR CON LA CORRUPCIÓN, eso sí es trabajar diferente, Tello y su equipo deben entender que: “es la impunidad, estúpidos”. ■
