Así como el derecho humano al agua es fundamental, el derecho de los animales también, sentenció el docente investigador de la Unidad Académica de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), Héctor Gutiérrez Bañuelos, quien consideró que, al no considerarse este tema en las leyes sobre el agua y el fomento a la ganadería, debería incluirse en las del estado.
Haciendo una revisión una revisión de la Ley de Aguas Nacionales, el investigador detectó que solamente hay una pequeña intervención en el Título Sexto, Capítulo II con respecto al uso del agua en los animales, pero no hay nada descriptivo, y lo que no está en las leyes nacionales, dijo, debería estar en las leyes estatales, en tanto al revisar la Ley de Fomento a la Ganadería del Estado de Zacatecas, emitida en 2006, encontró que igualmente hay sólo una pequeña mención, por lo que detectó que hay un vacío legal muy fuerte que se debe empezar a subsanar.
Así como hay un derecho humano al agua, de acuerdo con Gutiérrez Bañuelos, también hay un derecho de los animales al agua, pues en 2019, explicó, se dio la declaración universal de los animales y dentro de ésta aparece el derecho de los animales al agua.
El universitario explicó que los sistemas de producción se dividen en dos tipos: intensivos y extensivos. Los primeros son de alto y bajo consumo de agua y se refiere, por ejemplo, a las granjas de cerdos o establos lecheros, donde se da un alto consumo de agua porque la infraestructura debe ser lavada y eso genera un gasto fuerte de agua, pero tal uso es necesario para garantizar la inocuidad de los productos que se generan.
En tanto, el bajo consumo de agua se da en las granjas de aves, ya que sólo se utiliza el vital líquido para bebida de las aves; asimismo en los corrales de engorada donde no se hace lavado con agua, sino que simplemente se limpian los corrales de excretas.
El caso de los sistemas de producción extensivo, señaló que el agua se ocupa prácticamente para bebida de los animales y aquí es donde se debe pugnar para que sea un derecho establecido, porque con la declaración de los derechos de los animales esto se convierte en una obligación y hay que dejarlo por escrito, por lo que consideró que se debe hacer una legislación pertinente para que los sistemas de producción tengan el acceso al agua para bebida de los animales.
“Hay que considerar que nuestros sistemas de producción en extensivo han generado también cambios en los ecosistemas, entonces garantizar el agua de bebida de los animales de granja, del ganado, también debe estar ligado a garantizar el agua de la vida silvestre, de la fauna. Es importante que la ley que se genere se fraccione dependiendo de los sistemas de producción animal porque no podemos aplicar una sola visión a los diferentes tipos de sistemas de producción que tenemos”, concluyó el investigador refiriéndose al ejercicio de Parlamento Abierto que ha emprendido la 64 Legislatura para crear una nueva ley en materia hídrica.
