- Artículo Nómada*
Cuenta la tradición que José y María, queriendo cumplir la ley mosaica, llevaron al niño Jesús al templo para ofrendar dos palomas blancas; Simeón, vínculo del espíritu santo, vio al niño y profetizó que sería la luz que iluminaría a los gentiles.
De la referencia a esa luz, nace la tradición de la Candelaria fecha que se celebra anualmente el 2 de febrero.
Veamos ahora como en México, desde la época colonial, se inició la celebración a la Virgen de la Candelaria originaria de Tenerife, España.
El pueblo, siempre creador y festivo, tomó como costumbre, el que se concatenara la tradición de Reyes Magos, con la de la Candelaria ya que si le tocaba el haba en la rosca de Reyes a alguno de los participantes en esta fiesta, tendría que ser el padrino del niños Dios a la vez de convidar los tamales el 2 de febrero, día que según la tradición se “levanta” el niño del pesebre para vestirlo.
En la actualidad se viste al niño de mil formas y los tamales son el alimento que concatena la tradición europea con la indígena, ya que se tiene registro de que los mexicas conmemoraban el primer día del año en honor a Tláloc y Chalchiuhtlicue; en este rito los tamales (tamalli, que significa envuelto) fueron siempre ofrenda y se hacían acompañar de los mexicanísimos atoles y chocolates. De esta forma los primeros indígenas conquistados, ofrendaban sus tamales, en la candelaria, al niño y a sus antiguas divinidades.
México es el país sin duda de los tamales, y cada estado de la República tiene su propia variedad y estilo; existen los de ceniza llamados Tlacomextamalli, los de semilla de huazontle, que sólo se comen en Semana Santa, los de frijol de Día de Muertos, los güemes con carne de puerco, los de hoja de plátano de Veracruz y Chiapas, el tamal de pescado elaborado con tlamilpa de Guerrero, el sacahuil de Hidalgo, el tamal de olla de Guanajuato, sin olvidar las corundas y uchepos de Michoacán.
En Zacatecas, los tamales más tradicionales se elaboran con chile guajillo y semillas de calabaza, los cuales se molían y después se doraban con un diente de ajo.
En Sombrerete, Zacatecas, desde la época colonial existe la tradición de venerar a la Virgen de la Calendaría, esta fiesta es la más importante del municipio ya que en ella se realiza la feria anual con eventos de toda índole, misas, romerías, y danzas de palma, de la pluma y matlachines. Sombrerete es rico en tradición culinaria, en su fiesta encontramos los tacos de papel, llamados así por la delgadez de la tortilla con que se elaboran, las brujitas, las cuales son empanizadas de carne deshebrada, frijoles, queso o papas. Se encuentran también los chiles rellenos, birria, sopes y por supuesto los antiquísimos tamales, que pueden ser de rajas, queso, picadillo y cerdo.
En cuanto a los dulces hay jamoncillos de pistache, bolitas de cacahuate y nuez, greñudas, chocolate de metate, camote y cajetas.
Sombrerete es un Pueblo Mágico que fue fundado en 1555 por Juan de Tolosa y otros españoles, debido a que la región es rica desde entonces en metales preciosos. En aquellos años se edificaron construcciones fabulosas como el palacio de marqués de Apartado, el Templo de Santo Domingo de Guzmán, el convento de Santa Rosa de María de Sombrerete, el Templo de San Francisco, la Capilla de la Santa Veracruz sin contar con sus hermosas y coloniales plazuelas y jardines. Así pues no deje de pasar esta fiesta de la Candelaria, visite Sombrerete y seguramente quedará maravillado de esa joya zacatecana, colmada de historia y cultura popular.■
*Patrocinado por la Secretaría de Turismo del Estado de Zacatecas
*Espacio de difusión de las fiestas y Tradiciones Zacatecanas del Museo del Juguete y la Cultura Popular “Etzcuincle”
