■ No deben ser señalados sin tener pruebas contundentes, indica
Ante la desgracia que viven las familias de personas que son asesinadas por integrantes del crimen organizado, como ha ocurrido con el reciente caso de un menor de 4 años en Fresnillo, quien murió cuando viajaba con su familia, así como el de dos adolescentes en Guadalupe, las autoridades de Gobierno del Estado no deben criminalizar a los familiares de las víctimas, dijo Sigifredo Noriega Barceló, obispo de la diócesis de Zacatecas.
Este fin de semana, después del asesinato de Toñito, quien falleció por recibir impactos de bala en una persecución, autoridades de la Procuraduría General de Justicia del estado dieron a conocer que su padre tenía antecedentes por robo de vehículos.
El obispo subrayó que no existe justificación para actos de violencia en los que mueren inocentes, que no tienen nada que ver con el tema de inseguridad, pues en estos momentos, hay personas que padecen un dolor fuerte por la pérdida de sus familiares.
“Es lamentable que en estas circunstancias sean señalados de tener vínculos con la delincuencia, sin que se tengan pruebas contundentes. Se debe respetar este duelo que pasan sus familiares y amigos”, indicó.
“No se puede continuar con el lucro ante estos hechos, no podemos seguir victimizando aún más a las víctimas de que ellos tienen la culpa por ser de tal o cual manera, haciéndolo sin fundamentos”, dijo Noriega.
Agregó que no se puede estar exento de ser víctima de la inseguridad; sobre el caso del asesinato de dos curas en Veracruz, comentó que en la entidad no se ha reportado nada de gravedad. Aunque ya se han informado cerca de 5 o 6 casos de extorsiones telefónicas.
“A todo mundo nos indigna esta muerte, no es cosa de religión, sino de humanidad. Toda muerte es una injustica, sin hacer juicio del por qué. Cuando son niños y adolescentes nos hacemos más sensibles. Es condenable, pero también debe hacerse una llamada de atención a los padres de familia”, finalizó.
