México, DF. Poetas, artistas, creadores, compañeros de trabajo, familiares y amigos despiden este sábado al maestro Hugo Gutiérrez Vega en la funeraria Gayosso de la calle Félix Cuevas, donde por la noche sus restos serán incinerados.
El homenaje surgió espontáneo: de entre el duelo emergieron todo el tiempo las sonrisas bajo la evocación de una de las virtudes del homenajeado: su potente sentido del humor. Vitalidad entonces campeó en el sepelio.
Elena Poniatowska, Marco Antonio Campos, Mara Lamadrid (viuda de Juan Gelman), Eduardo Lizalde, Julieta Egurrola; el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar; la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García Cepeda; Mauricio Montiel Figueiras, coordinador nacional de Literatura del INBA, Gerardo Estrada, Luis Tovar, entre una multitud que sonreía por encima del dolor. Por la tarde llegó al lugar la directora general de La Jornada, Carmen Lira Saade.
Saliendo del sepelio, Elena Poniatowska se fue con Jesusa y Marcela Rodríguez a la marcha por Ayotzinapa, a pesar de las molestias en las cervicales y con sus pants negros y sus tenis. Alejandro Martínez Jiménez, fiel escudero de Hugo durante los últimos 18 años, narraba a Marga Peña las últimas aventuras de su Quijote. En la pared tras del ataúd, luce un retrato: Hugo posa para la cámara con su hija Mónica, fallecida hace algunos años, bajo el letrero de un antro, The Cat, en Grecia, cuando el presidente del Consejo de Administración de La Jornada era embajador de México en la tierra de Cavafis, Seferis, Ritsos y Elytis, algunos de los muchos poetas que Hugo Gutiérrez Vega dio a conocer en nuestro país.
Lucinda, esposa de Hugo Gutiérrez Vega, indica el destino de las cenizas: las llevará a la iglesia de Santo Domingo en Querétaro y las regresará a Ciudad Universitaria, en cuanto estén terminadas de construir las criptas en la iglesia del Centro Universitario Cultural (CUC).
Mi colega Ericka Montaño me hace notar: “están revoloteando todo el tiempo, desde anoche, unos versos de don Hugo:todo está en calma; / sobre la gran cabeza brillan las estrellas; / en el cielo hay caminos, / y esta noche todos tenemos alas”.
