Marzo es un mes de particular relevancia para activistas por la igualdad de género, así como para los gobiernos. Esto ya que en este mes se conmemora el 8 de marzo, Día internacional de las Mujeres, una fecha que cada año cobra mayor relevancia en México dada la importante actividad tanto gubernamental, académica, cultural y social que se da en su marco. Además, en este mes, los países miembros de Naciones Unidas llevan a cabo las sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés). Si bien, estas sesiones no son tan mediáticas como las marchas del 8 de marzo, siguen siendo importantes referentes para medir el pulso de la agenda por la igualdad de género.
La CSW, que celebra su sesión 66 este año, es el momento en que los países, junto con diversos grupos de sociedad civil, revisan los avances, metas y retos a nivel internacional en materia de Igualdad de Género. Esta revisión generalmente se da a la luz de lo planteado por uno de los documentos bases para la formulación de políticas públicas en materia de igualdad: la Plataforma de Acción de Beijing. No obstante, cada año se tienen agendas temáticas, que reflejan nuevas preocupaciones. Este año existen dos grandes temas a discutir: cambio climático, y su impacto en el empoderamiento de las mujeres y niñas, así como el futuro del trabajo para las mujeres.
En particular el eje de cambio climático refleja una tendencia que se consolidó a partir de 2016, de empezar a ligar el cambio climático con la agenda de igualdad de género. Esto se puede ver en el cambio que hubo al desfasar los Objetivos del Milenio por las Metas de Desarrollo Sostenible, mejor conocida como la Agenda 2030, donde si bien la igualdad de género es un objetivo en sí misma, el foco transversal se pasa a la sustentabilidad. Esta vinculación a nivel internacional se hizo igualmente en 2021, cuando la COP26, la reunión entre países para la lucha contra el Cambio Climático, presento un plan de acción de igualdad de género. Este año, Naciones Unidos siguió fortaleciendo este vínculo al señalar que el lema para el 8 de marzo de 2022 sería «Igualdad de género hoy para un mañana sostenible».
La asociación no es banal. Al día de hoy las caras más relevantes en la lucha por el cambio climático son femeninas. Greta Thunberg es un icono internacional tanto por su lucha contra el cambio climático, como por ser un símbolo para niñas y adolescentes de que su voz es importante y relevante a nivel mundial. De la misma forma, el Informe «Género y Cambio Climático. Un diagnóstico de situación» del Instituto de la Mujer en España revela las mujeres están más concienciadas y son más activas en la protección del medio ambiente, y que el 61% se considera responsable del cambio climático frente al 47% de los hombres. Esto puede obedecer a que el cambio climático impacta de mayor forma a las mujeres. Y en particular, tiene mayor impacto en las mujeres de América Latina y el Caribe. De acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo, el costo del cambio climático para nuestra región a 2050 será de 100,000 millones de dólares anuales.
La mayor parte de este costo, vendrá de las espaldas de mujeres, que tendrán que trabajar más para obtener agua, comida, y cuidar de sus familias debido al cambio climático. Otro dato desgarrador es que, de acuerdo al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, la proporción de fallecimientos entre mujeres fue superior al 60% debido a fenómenos climáticos extremos en los últimos 20 años. Las mujeres estamos pagando el costo del cambio climático con nuestras vidas.
A pesar de esto, se ha denunciado que los fondos internacionales para la mitigación del cambio climático, o para la contención de fenómenos climáticos extremos, como sequias o huracanes no se asignan con perspectiva de género, es decir los fondos se asignan en menor manera a actividades enfocadas a empoderar a mujeres para impedir el cambio climático. La agenda por la igualdad de género no puede pensarse ya sin los impactos del cambio climático. Y la agenda por el cambio climático no puede pensarse sin las mujeres. No hay futuro, ni hay sustentabilidad sin las mujeres.
