A partir de esta publicación iniciaremos un reconocimiento a las mujeres que en diferentes momentos de la historia se dedicaron al estudio y desarrollo en alguna disciplina científica. Enfocaremos el trabajo a mostrar las dificultades que pasaron para poder estudiar y trabajar en la ciencia, sus investigaciones y descubrimientos, la vida que llevaron e incluso la sociedad en la que les tocó vivir, así como la calidad humana de estas investigadoras.
Emmy Noether fue reconocida como una de las más destacadas matemáticas de la Historia, nació el 23 de marzo de 1882, le tocó vivir en una época en la que socialmente no estaba permitido que las mujeres estudiaran ciencia, mucho menos que realizaran contribuciones trascendentes a la ciencia, no sólo a las Matemáticas, sino también en su aplicación inmediata a la Física. Emmy fue precursora, por lo que tuvo que superar innumerables dificultades como el ser mujer y ser judía, parte de su vida coincidió con la llegada del Nacional Socialismo y una persecución. Otras dificultades se vincularon con su carácter pacifista, lo que le generó algunos enemigos durante el tiempo que vivió en Alemania, en el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales.
A muy temprana edad Emmy demostró que no estaba dispuesta a resignarse con su aparentemente destino. De niña, no se interesó especialmente por las matemáticas, le prestó más atención al estudio de idiomas, en especial al francés y al inglés. Su madre le enseñó las habilidades tradicionales que correspondían a una mujer de su época aprendió a cocinar, limpiar y recibió clases de piano y danza. Amaba la danza y le encantaba ir a fiestas con los hijos de los colegas de su padre. Su deseo para la edad adulta era ser profesora de idiomas, por lo que después de obtener el grado de bachiller se preparó para los exámenes que aprobó en el año de 1900, obtuvo el título de profesora de francés e inglés para impartir clases en los colegios de niñas del Estado de Baviera.
Noether renunció a ejercer como profesora de idiomas, y a la edad de 18 años inició sus estudios en Matemáticas, consciente (tal vez) de todas las dificultades que tal propósito significaba en aquella época, en la que, las universidades alemanas no permitían a las mujeres ser alumnas de forma oficial. Logró que le permitieran asistir a clase como oyente siempre y cuando lo autorizara cada profesor (le resultaba irónico tener que pedir permiso para aprender matemáticas cuando no tuvo que pedirlo para aprender a cocinar o a tocar el piano). Todos estos avatares (aunque abundantes e importantes), no consiguieron impedirle el desarrollo de su carrera científica, llegando finalmente a ser reconocida como una autoridad en su campo.
Durante su formación académica estuvo en contacto con maestros excepcionales como Minkowski, Blumenthal y Klein por mencionar a algunos. Recibió el apoyo (casi incondicional) de Hilbert quien junto con Riemann se pueden considerar los sucesores de Gauss (quizás el mejor matemático de la historia). Pero sin temor a equivocarnos, fue su coraje, la perseverancia en el trabajo y su creatividad, las características que le permitieron llevar a cabo la revolución conceptual que nos legó tras sus 53 años de vida. Emmy rompió con la tradición de mantener al margen del desarrollo y estudio de la ciencia a las mujeres, dogma que se mantuvo hasta el siglo XVIII. Con el advenimiento de la Revolución Industrial el mundo social se fue transformando y el rol de la mujer en la ciencia fue cambiando. Emmy es una de las cinco mujeres (a nuestro entender), considera como parte de las más representativas por su contribución al desarrollo de la ciencia, junto con C. Herschel, S. Kowalevskaya, L. Meitner y M. Curie. Estas cinco científicas son un claro ejemplo del conjunto de mujeres a las que su amor por la ciencia les permitió vencer todas las dificultades que les impedían colaborar en su desarrollo.
En la Universidad de Erlangen, Emmy Noether trabajó bajo la dirección del profesor Paul Gordan (amigo de su padre), quien era llamado por sus alumnos como el rey de la teoría de invariantes (por su increíble habilidad para hacer cálculos mentales). Gordan dirigió la tesis doctoral de Noether basada en “Los sistemas completos de invariantes para las formas bicuadráticas ternarias” (listando los sistemas de 331 formas covariantes), que defendió el 13 de diciembre de 1907. Obtuvo la calificación de summa cum laude. Emmy se convirtió en la segunda mujer en Alemania que logró doctorarse en Matemáticas, después de Sonia Kovalevskaya.
Terminado su doctorado, lo natural era que Noether continuara con su carrera académica hasta su habilitación como profesora en la Universidad (posibilidad que era vetada a las mujeres), Emmy permaneció en Erlangen ayudando a su padre a impartir algunas de sus clases en el Instituto de Matemáticas, cuando él enfermaba. Paralelamente comenzó a hacer su propia investigación y a publicar sus primeros artículos. Esencial en su desarrollo como matemática fue la influencia de Ernst Fischer, quien sustituyó a Gordan en 1911, la ayudó a transitar de la investigación que desarrolló con Gordan hacia los métodos más abstractos de David Hilbert. La reputación de Emmy comenzó a crecer cuando aparecieron sus publicaciones. En 1908 formó parte del Circolo Matemático di Palermo y en 1909 de la Deutsche Mathematiker Vereinigung, en ese mismo año fue invitada al congreso anual de la Sociedad de Salzburgo. En 1913 impartió una conferencia en Viena. En la siguiente entrega compartiremos más de las aportaciones de la alemana Noether a la ciencia.
Sé parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes: http://lumat.uaz.edu.mx/; https://www.facebook.com/LUMAT.UAZ; https://twitter.com/LumatUaz.
*Docente Investigador de la Unidad Académica de
Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia, LUMAT de la UAZ.
*Docente Investigadora de la Unidad Académica Preparatoria de la UAZ.
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