Con todas las dificultades que previsiblemente enfrentará una iniciativa como la propuesta de un Cabildo Ciudadano en el municipio de Zacatecas, ya sea, mediante una -improbable- coalición partidista, los tiempos están encima, y los intereses son los que son, o, bien, la opción por una candidatura ciudadana, que tendría que sortear obstáculos no menores. Parece oportuno dedicar éste espacio a reflexionar sobre algunas posibilidades abiertas después de esta inesperada “ventana de oportunidad”, generada a raíz de la controvertida decisión del Tribunal electoral estatal y federal, de anular el proceso anterior, y por ende, repetir los comicios municipales en la capital. Decisión que provocó las protestas de Morena, y el anuncio –posterior- de que no participarían en esas nuevas elecciones locales.
El Cabildo Ciudadano ha sido planteado, como sabemos, por la Asamblea Popular, las razones con que lo argumentan, son conocidas: uno, en la medida en que se trata de un período muy corto de tiempo, sería una administración municipal después de las elecciones a celebrarse el 4 de diciembre, que solamente estaría en funciones un año y medio, ciudadanizar el cabildo, mediante un consenso plural, podría abrir un horizonte distinto, más allá de los partidos políticos. Dos, buscaría evitar la repetición del gasto, 17 millones de pesos más, que bien podrían dedicarse a otros rubros del gasto público municipal, en los que ese dinero haría bastante falta, especialmente ante los recortes anunciados. Tres, la que mayores discrepancias -y resistencia- provocará: hay que darle paso a una planilla integrada por ciudadanos –es decir, no partidista- en virtud de que el sistema de partidos, ha cometido errores -y desviaciones-, ensanchando la brecha/abismo propio de la democracia representativa, hoy, en crisis manifiesta (“dicen que es democracia pero no lo es”).
La han apoyado organizaciones, como las representadas en el Frente Social por la Soberanía Popular (FSSP) y en el Frente de Estudiantes Zacatecanos Unidos (FEZU). Por otro lado, a mi juicio, algunas especulaciones periodísticas, (más allá de las declaraciones favorables de diversos actores) apuntan hacia “normalizar” los comicios (“divide y vencerás”). Y puede interpretarse el manejo de encuestas pre-electorales más recientes, como una invitación a Morena, (y otras fuerzas políticas que puedan .eventualmente- sumarse), para que NO formen una alianza alrededor de la propuesta de un Cabildo Ciudadano, en la medida en que, con toda seguridad, una alianza así, tendría enormes posibilidades de obtener un triunfo electoral, especialmente si velan por todos y cada uno de los pasos a dar, demostrando en los hechos, que la democratización efectiva, es consubstancial a la propuesta, no solo a lo largo de todo el proceso electoral (interno), sino también, en la gestión del nuevo gobierno municipal.
Un acontecimiento comparable a nuestra escala zacatecana, fueron los resultados de las elecciones municipales españolas; “Barcelona en común” etc. Habría que recordar que muchas otras coaliciones fueron derrotadas en esas mismas elecciones, por errores similares (mutatis mutandi), a los que probablemente tendamos a cometer en Zacatecas (llamémosle: ¿universales situados?), hay demasiadas experiencias, en diversas latitudes, que abundan sobre estas mismas cuestiones, y no cabe aquí la ingenuidad.
Otro ejemplo, más reciente, y en nuestro entorno. El Consejo Nacional Indígena, y los zapatistas han anunciado su probable participación en los comicios del 2018. ¿Cómo pensar puntos de intersección, que pasen por el “mandar obedeciendo”, y por formas de democracia substantiva, incorporadas a propuestas como las del Cabildo Ciudadano?
Recuperando lo que, según Naomi Klein, caracteriza a la resistencia global anti-extractivista, cuando escribe, que se trata de un movimiento multiforme… “movido principalmente por el deseo de una forma más profunda de democracia que dote a las comunidades locales de una capacidad de control real sobre los recursos más cruciales para la supervivencia colectiva, y en concreto, sobre la salud, el agua, el aire, y el suelo”…[etc.].
Cansados de representaciones institucionales, gobiernos y administraciones, que repiten más de lo mismo. Parece indispensable crear nuevas formas y prácticas institucionales sustancialmente democráticas, donde todas y todos seamos capaces de hacer parte en la toma de decisiones, y de participar -efectivamente- en el ejercicio del gobierno.
Incorporar estos principios en la propuesta de un Cabildo Ciudadano, parecería multiplicar -aún más- el nivel de dificultad, pero, es fundamental darle la vuelta a las prácticas que (re)privatizan el ejercicio del poder -en muy pocas manos-, y eso solo se puede lograr, potenciando las asambleas por barrios, colonias, territoriales y/o sectoriales, para definir temas como… uso del suelo, transporte, educación -incluyendo la universitaria-, salud, infraestructura, cultura, cambio climático, etc.
Esto, junto, con otros rasgos, podría caracterizar una propuesta que verdaderamente marque una “ruptura democrática” e incorpore a Zacatecas, en el cinturón de las ciudades más progresistas. Dejando por ahora al margen, si van o no van juntos, y los eventuales resultados… ¿Cómo podríamos organizarnos los ciudadanos para aprehender -en positivo- de la construcción de una experiencia como ésta?■
