■ Gasta 4.50 pesos por litro de gasolina, mientras que los mexicanos pagan 13.50, señala
Un precio promedio de 13.50 pesos por litro de gasolina, ya sea Magna o Premium, o de diesel es lo que los mexicanos deben pagar al comprar el combustible para sus vehículos. Gerardo Nungaray, por el contrario, gasta sólo 4.50 pesos por litro.
Este zacatecano paga tres veces menos por su combustible gracias a un proyecto de innovación, que ya patentó, y mediante el cual fabrica su propio insumo. Un sistema que le hizo ganador el año pasado de la convocatoria de desarrollo de tecnología del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), además de que obtuvo la calificación más alta, precisó.
Nungaray pertenece a la empresa Ecoinova, en la que laboran un total de 7 zacatecanos, quienes desarrollan productos tecnológicos amigables con el entorno, como por ejemplo una taza de baño eléctrica que no utiliza agua, evitando así el gasto de este recurso natural.
Pero el sistema que le permite generar su propio combustible a través del aprovechamiento de los desechos plásticos es el más importante en la actualidad.
El proyecto en cuestión, expuso este zacatecano, quedó semifinalista en un concurso que a nivel Latinoamérica realiza el canal de televisión History Channel, y que después de un periodo en el que estas propuestas deberán ser votadas, podrá ser acreedor a un premio de 60 mil, 40 mil o 20 mil dólares, en caso de colocarse entre los tres primeros lugares.
En este momento, explicó, son 10 los proyectos que se encuentran en esta fase. En este total donde hay representantes de países como Argentina, Chile, Perú, Venezuela y Colombia, señaló, tres son mexicanos y, de ellos, dos son originarios de Zacatecas: el sistema de fabricación de combustible y otro que consiste en la creación de una mano robótica.
En cuanto al proceso que debe seguirse para generar la gasolina o el diésel, comentó que no se trata de reciclar los plásticos “sino que el material, los plásticos, una vez se le ponen al equipo dejan de ser un contaminante y aparte les podemos sacar un beneficio que es la gasolina”.
Puntualizó que las actuales reformas en materia energética todavía no permiten que este tipo de sistemas se comercialice, pero sí está autorizado su uso personal, es decir, como un producto de autoconsumo.
Comentó que por parte de Gobierno del Estado “desgraciadamente todavía no nos han echado mucho la mano. (…) Esto de la ecología no vende”; pero agregó que sí obtuvieron apoyos de Conacyt, con los que pudieron adquirir un equipo portátil, el cual se convirtió en su primera venta.
Sin embargo, indicó que este equipo se fue a España; aunque sostuvo que “ahora lo que queremos es quedarnos lógicamente en Latinoamérica, en países que no tienen petróleo o que quieran destruir su basura para convertirla en un combustible común”.
