Este año comenzó con tragedias en el ámbito musical, grandes pérdidas para el rock nacional e internacional, asuntos polémicos que de verdad me da flojera mencionar, también es un año de elecciones a nivel local, elecciones muy reñidas, así se pronostican ya que hay divisiones en los partidos, alianzas muy bizarras, sorpresas y brincos de un partido a otro que en realidad esto es algo ya común en la política mexicana donde ya no se tiene una ideología de izquierda, derecha, neoliberal, nacionalista o republicana, ya está más basada en el afán de conseguir poder mediante cualquier medio, en ese aspecto me doy cuenta que en la mayoría de las propuestas que se han manifestado no hay una convicción política en los actores principales de esta misma, en otras palabras me doy cuenta que los candidatos y los partidos sólo tratan de aprovechar momentos y circunstancias para colarse a las esferas de poder, claro para beneficio de ellos mismos, de sus familias y sus “cuates”. esto sucede mucho en los países del tercer mundo, es un fenómeno común, por ejemplo en países de Latinoamérica la lucha constante por la igualdad y la justicia, las grandes batallas y revoluciones, han sido el pan nuestro de cada día desde que tenemos memoria, la verdad no sé si esto cambie o qué análisis socioeconómico y cultural se deba hacer para comprender este fenómeno, lo que sí sé es que al grueso de la población nos hace falta formarnos un panorama más amplio de lo que es la participación en asuntos políticos locales y nacionales. La mayoría de la gente se deja ir por criterios muy trillados o a veces hasta por una despensa para decidir quién nos va a administrar y gobernar; otra cosa que pasa es que vemos a los candidatos y a los políticos como unos Mesías que nos van a sacar de la pobreza y la ignorancia en que vivimos, escuchamos las promesas como tales no como propuestas sólidas y sustentadas en un argumento coherente, pero bueno este artículo no es para criticar a las masas populares ni a la cargada política de cada partido, vivimos en un país libre donde podemos ejercer nuestros derechos constitucionales como mejor nos parezca; lo que sí me gustaría es recomendar un libro que nos puede ampliar el panorama de lo que es la política moderna, George Orwell lo describe de una manera muy sencilla y sin tantos rodeos en su libro Rebelión en la granja.
Como lo comento en las líneas anteriores este artículo no es para criticar a nadie, digo en este país tenemos siglos queriendo componer de alguna forma u otra la situación en que vivimos, este artículo es para recomendar un libro que en lo personal me ayudó a comprender la naturaleza humana desde el punto de vista de revolucionario o rebelde, el cómo somos desde dos puntos o mejor dicho desde dos circunstancias. Han pasado ya varios años desde que leí este libro, pero me doy cuenta de que no han cambiado muchas cosas y las que han cambiado han sido para empeorar la situación, recuerdo cuando estaba en la preparatoria y pienso que por una situación de inmadurez o de hormonas la mayoría de nosotros a esa edad estamos en contra de todo y de todos, principalmente del gobierno, pensaba que hacía falta otra revolución, me gustaba saber sobre El Ché y Lucio Cabañas, los zapatistas estaban surgiendo en el sur, todo hacia parecer que en México habría un cambio radical. Y si después de varios años y de una supuesta democracia cambiamos, se suponía que con nuestro voto habíamos logrado deshacernos de una tiranía de más de 70 años, pero la sorpresa fue que no cambiaron mucho las cosas, al contrario en algunos aspectos empeoraron, tanto así que el país decidió regresar al yugo del partido que nos había sometido antes, en el aspecto local pasaron cosas similares, pues todo esto que pasó ya lo había leído como si fuera una profecía en este libro que les cometo. Resulta que también en ese tiempo, y desde mi infancia, y gracias a mis padres soy un amante del rock y una de mis bandas favoritas es Pink Floyd, de esta banda el álbum que más me gusta es Animals y lo amo desde la portada porque el cerdo capitalista para mí significa Pink Floyd, aún más que los martillos, el triángulo con el espectro de luz o la pared, este disco lanzado en 1977 está inspirado en la novela de Orwell Rebelión en la granja y por eso fue que lo leí, nunca imaginé que alguien describiera a la sociedad comunista con animales de granja y menos de una manera tan acertada. La historia comienza con el sueño de un idealista, un cerdo viejo y sabio que transmite sus ideas a los animales de la granja, de hecho nombra a su movimiento animalismo y los inspira para revelarse, triunfa su rebelión, pero como pasa en la mayoría de las revoluciones siempre hay alguien que se aprovecha de eso y llega un momento que se enferma de poder y cae en el círculo vicioso de la tiranía; de verdad me impactó por eso lo recomiendo y no platico más de la historia porque cada página tiene una revelación a muchas cosas que cada lector descubrirá, pienso que lo mismo le pasó a Gilmour y Waters cuando leyeron esta obra, precisamente en el momento por el que estaba pasando Inglaterra, un momento de crisis de desempleo, de hecho un momento difícil para el rock, donde ya habían muerto varios de los íconos y ya varias bandas se habían separado, el punk por otro lado estaba haciendo lo suyo revelándose hacia el mismo rock y en contra de cualquier cosa establecida, ya había pasado el summer of love, wodstoock se veía solo en la nostalgia como algo distante, la revolución ideológica y cultural que empezó en los 60 estaba siendo opacada por la música disco y una cultura más materialista, así que este álbum fue perfecto para describir a la sociedad de ese tiempo y de paso me hizo leer a Orwell que a mi criterio caería bien leerlo, por eso se los recomiendo, también el álbum Animals de Pink Floyd. Me despido con una frase que escuche de mi mejor amiga: “No confío en alguien que no conoce o no le gusta Pink Floyd”. *TUTUY LUNA ■
