La Gualdra 287/ Artes plásticas
Fotografías de Miguel Ángel Núñez
A propósito del lema del Festival Cultural Zacatecas 2017, “Migración sin
fronteras, la experiencia artística desde la multiculturalidad”, se ha invitado a una
serie de artistas que desde su trabajo y su experiencia de vida, nos pueden
compartir sus vivencias sobre el fenómeno migratorio.
Es el caso del escultor Kiyoto Ota, nacido en Sasebo, Nagasaki, Japón, en
1948 y que desde 1971 vive y trabaja en nuestro país. Antes de venir a México,
realizó estudios en la Escuela de Arte Democrático de Japón de la Asociación
Artística Japonesa; ahí estudió inicialmente pintura, grabado y escultura. A su
llegada a México estudió escultura en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y
Grabado La Esmeralda. Estudió también en el Centro de Investigación y
Experimentación Plástica del INBA y realizó una Maestría en Escultura en la
Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM.
El pasado viernes 31 de marzo se inauguró en el ex templo de San Agustín
su exposición Interiores, compuesta por 14 piezas, de las cuales, 7 son de hierro
colado –trabajadas con molde de arena-, 2 de otro tipo de metales como el
aluminio y 7 de madera. Aunque anteriormente ha trabajado con diversos
materiales como metales, fibra de vidrio y resinas para realizar sus esculturas, nos
llaman particularmente la atención las piezas en las que ha utilizado tiras
ensambladas de madera; este material permite que la luz y el viento fluyan a
través de ellas, lo que las llena de vida y las hace todavía más interesantes, más
dinámicas. El espectador puede tocar las esculturas; puede, incluso, introducirse
en ellas para palpar más de cerca el material, para aspirar el olor a pino… la
experiencia es inigualable.
En esta exposición, como en la mayor parte de su trabajo, encontramos una
velada referencia al movimiento artístico japonés que surgió a finales de los años
60 del siglo pasado, llamado Mono-Ha, que trata de configurar el arte a través de
la reducción de los objetos a su forma primaria y que considera a la materia en su
relación directa con bienestar y las percepciones, de ahí la importancia de que el
espectador interactúe directamente con las esculturas. La tendencia Mono-Ha se
relaciona de alguna manera a su vez con otros movimientos artísticos de la época
como el Arte Povera de Italia y el Minimalismo, de Estados Unidos.
Kiyoto Ota logra hacer una amalgama de esas tendencias y crea un
discurso plástico en el que prevalece su propio concepto de la expresión mínima,
la más pura; el artista mexicano-japonés descompone las formas geométricas,
grita silenciosamente a través de la madera, esa materia viva que se resiste a
perecer, a la que moldea meticulosamente, de forma casi amorosa, y aunque rota
por momentos, sigue recordándonos los trinos de los pájaros que la habitaron un
día. La vida también migra, en Interiores todo es movimiento y energía. De esto
nos habla Kiyoto Ota en la entrevista que nos concedió y que puede usted ver en
la página de La Jornada TV en Youtube y en la página de La Jornada Zacatecas.
Visite la exposición, le garantizamos que será una experiencia única.
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