El año que viene será difícil para Zacatecas. En un presupuesto están contenidas las acciones programadas para todo el año y en él se prefiguran las prioridades nacionales y de las entidades federativas. La construcción del proyecto a cargo de Hacienda no fue transparente y si fue muy centralista: primero anunciaron un presupuesto base cero que nunca tuvo lugar, porque estamos ante otro ejercicio completamente inercial. La negociación en la Cámara de Diputados fue casi nula, las fracciones mayoritarias del PRI, Verde y Panal se adscribieron a la propuesta del Ejecutivo, al grado de que el propio dictamen de la Comisión de Presupuesto fue elaborado por la misma Secretaría de Hacienda. El proceso fue conducido por Videgaray, y las solicitudes de ajustes eran planteados en esas instancias. El Congreso fue una mascarada. Por ello Morena votó en contra (38 sufragios), ya que nunca tuvieron oportunidad de plantear sus propuestas y ser escuchados en las comisiones. El Poder Legislativo se reveló como una Cámara sin un mínimo de autonomía. Así las cosas, resultó que la negociación de los recursos para Zacatecas dependía de acuerdos de Gobierno del Estado con Videgaray y Peña Nieto, los diputados jugaron el papel de peones operativos solamente y aquellas promesas de campaña en el sentido de que las relaciones de gobierno actual con Peña Nieto, al ser del mismo partido, iban a generar dividendos financieros para el estado, pasan a formar parte de las inmensas deudas que ambos gobiernos nos han echado a las espaldas.
Ante la caída de los precios del petróleo en casi 68 por ciento respecto a años anteriores, y por la ausencia de una reforma fiscal auténtica, Peña impone la austeridad como política, con una expectativa de crecimiento menor a 2 por ciento, lo que debilitará aún más el mercado interno. Sin embargo, hay sectores que salen con mayores recursos: Sedena, Marina y Sedatu. ¿Bajo qué argumento se justifica que se asignen mayores recursos a los militares, y se le disminuyan a la educación? ¿Con qué razones se le dota de más dinero al INE y se le quita a los programas promotores de empleo? ¿Por qué se prioriza al Congreso o al Poder Judicial por sobre a los programas de salud? Nunca se dieron las justificaciones a dichas preguntas porque terminaron sepultadas bajo los votos corporativos de los partidos del gobierno. Y en Zacatecas pasará lo mismo: la mayoría gubernamental decidirá el proyecto de egresos y la deuda propuesta, aun a pesar de la indignación de muchos zacatecanos.
La significativa disminución de recursos públicos en Zacatecas – 11 por ciento menos – vendrá a complicar las vías de desarrollo para este empobrecido e inseguro estado. Y más si los pocos recursos se usan en obras no prioritarias, descuidándose aquello que sostiene el crecimiento. Sin duda, por tanto, deberemos estar muy atentos en lo que ocurra en el diseño del presupuesto local del año entrante: ¿en qué se usarán los pocos recursos del estado? Y, ¿cuál será la propuesta sobre deuda pública? El futuro puede convertirse en un pantano peligroso en el cual quedarán hundidas las expectativas de las jóvenes generaciones porque los actuales políticos quieren realizar sus inmediatas ambiciones de poder.
