■ Opina que apenas inician los esfuerzos por transitar hacia una sociedad libre de este problema
■ “Los rostros de la violencia que hoy existen en el mundo y por ende en México son los mismos que ha habido a lo largo de toda la historia de la humanidad”: Carlos Ruiz
La violencia y agresividad es innata al ser humano que, después de miles de años, no ha podido trascender su condición de animalidad, por lo que los rostros de la violencia que hoy existen en el mundo y por ende en México son los mismos que ha habido a lo largo de toda la historia de la humanidad. “Somos hijos de la violencia”.
Ésta fue la premisa de la que partió el historiador Juan Carlos Ruiz Guadalajara para concluir que la paz y la coexistencia armónica entre los seres humanos deben trabajarse y construirse, ya que no son un estado natural de las sociedades.
El investigador fue invitado por la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) para impartir la conferencia “Los múltiples rostros de la violencia: Una aproximación” en un evento que se realizó en el Foyer del Teatro Calderón.
Durante poco más de una hora de charla, el académico hizo un recorrido para sustentar la idea de que la violencia ha sido el motor de cambio de la historia, empezando por la llegada del Homo Sapiens y la desaparición del resto de especies del género Homo.
“Todo indica que nosotros quedamos como los únicos representantes del género Homo no tanto porque nos haya favorecido la selección natural o hayamos sido los más listos; la evidencia arqueológica indica que las otras especies desaparecieron gracias a nosotros. Nos encargamos de eliminar a nuestros primos”, aseguró.
En la Grecia clásica, prosiguió, Tucídides sentenció que “lo que mueve la historia es la guerra, el deseo de poder”, es decir, “la característica fundamental de la historia y del cambio social ejercido por el Homo Sapiens y las culturas que desarrolló ha sido la violencia, la agresión, la guerra, el despojo, en mayor o menor grado dependiendo del gobernante y de la época”.
Por ello, desde esa época y a lo largo de toda la historia ha habido intentos en el ámbito jurídico y también en el de las creencias para tratar de establecer unan armonía en las relaciones humanas y entre las comunidades.
No obstante, el historiador refirió que frente a estas expresiones de violencia también han surgido, a lo largo de la historia, movimientos que se basaron en el principio contrario: en la paz y la no violencia.
Uno de los primeros, dijo, tuvo lugar en el territorio que actualmente corresponde a Nepal hace 25 siglos cuando un príncipe llamado Gautama decidió enfrentar la violencia generalizada, ejercido por el poder constituido, con el desprendimiento y la renuncia a sus posesiones y a sus pasiones, que son las que generan los conflictos entre los seres humanos.
Otro momento histórico en el que surge un movimiento contrario a la violencia natural que se ejerce en las comunidades y entre los pueblos llega con el Imperio Romano y corresponde al Cristianismo.
Ruiz Guadalajara sostuvo que esta religión “surge como expresión en contra de la violencia. No es la fundación de la iglesia católico sino el surgimiento de una disidencia al seno de la cultura judía que plantea un código basado en el amor al prójimo”.
Calificó estas expresiones como “esfuerzos acotados” y sostuvo que desde el Imperio Romano es hasta el siglo 19 con Mahatma Gandhi cuando vuelve a surgir un movimiento enfocado a la no violencia.
Ante estas posturas dirigidas a la paz, el académico dijo que “una y otra vez” la reacción de las sociedades ha sido violenta en contra de quienes encabezan estas expresiones.
Incluso, aterrizando en la actualidad, mencionó el feminismo como una forma de enfrentar las agresiones que durante toda la historia han sufrido y siguen padeciendo las mujeres, y en este caso señaló “el clímax de este movimiento está provocando una reacción brutal por parte de los hombres; una cadena de feminicidios”.
Tras hacer este recorrido histórico, el investigador sostuvo que los esfuerzos por transitar hacia una sociedad libre de violencia estructural, personal y de pensamiento “están apenas iniciando y han iniciado muy mal”.
No obstante, concluyó que el lograr este cambio, esta “transformación urgente e inmediata” empieza por cada individuo por lo que señaló que no se debe preguntar qué va a hacer el gobierno, el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, para acabar con la violencia sino “¿qué vas a hacer tú? Deja de gritarle a tu hijo, de engañar a tu esposa, de golpear a tu colega”.
