Electoralmente hablando, a nivel nacional, Zacatecas es un Estado demasiado pequeño y que por ello y por la poca capacidad de los gobiernos, se aporta muy poco al PIB del país, lo que se ve reflejado en el recurso que la federación contempla para el Estado cada ejercicio fiscal.
De igual forma, los partidos políticos nacionales ven a Zacatecas como un estado que aporta muy pocos votos al plano nacional, de esta forma, desde hace décadas, hemos sido vistos como una moneda de cambio para los actores políticos zacatecanos que han logrado alcanzar el plano nacional, en el mismo sentido, los partidos políticos definen candidaturas de acuerdo a la capacidad de chantaje y manipulación de dichos actores políticos.
Es así que nuestro Estado se ha convertido por casi 30 años, en una demarcación en la que no resulta importate sostener un conflicto político por la definición de candidaturas, estas se entregan sin problema alguno, sin interés en la población zacateana y sin considerar que nuestro territorio cuenta con minas importantes, grandes extensiones de tierra fértil, una gran diversidad cultural y una belleza natural que puede explotarse y detonar el desarrollo en la zona centro del país.
De esta forma nos hemos convertido en un estado con enormes porcentajes de pobreza y desigualdad, con grandes extensiones de tierras abandonadas porque la falta de programas para el sector, obligan a los habitantes a migrar al país vecino en busca de oportunidades, todo como consecuencia de la entrega de candidaturas a actores políticos que carecen de sentido social mediante encuestas inventadas, movimientos justificados por la paridad de género, etc etc.
Dificlmente cambiará el rumbo de nuestro estado si continuamos siendo vistos por las dirigencias nacionales y gobiernos federales desde el punto de vista electoral, es decir, como un estado que arroja por mucho 350 mil votos y no como un estado con grandes riquezas, incluido el litio que puede representar un detonante de la economía y desarrollo tecnológico de Zacatecas.
Para lograr un cambio político en el Estado y con ello una serie de cambios en el aspecto económico y social, es necesario que los zacatecanos nos organicemos en torno a un objetivo: combatir la corrupción de raíz y desterrar a esa clase política que ha visto la función pública y la representación popular como una forma de mejorar su calidad de vida y amasar grandes fortunas a costa del pueblo zacatecano.
Para muestra de la realidad política que padecemos los zacatecanos, basta con realizar un análisis no muy minucioso sobre nuestros representantes populares electos en el 2021 ¿cuántos de ellos son emanados de las bases de los partidos políticos? ¿cuántos de ellos fueron electos en torno a una verdadera popularidad y aceptación entre el pueblo zacatecano? ¿cuántos de ellos representan realmente a los diversos sectores como los maestros, LGTB+, universitarios, comerciantes? ¿Cuántos realmente coinciden con el proyecto de transforamción del Presidente Andrés Manuel López Obrador? Muy diferente es ser representante emanado de los mismos sectores y otra colgarse del discurso.
La unica vía para cambiar la realidad en nuestro Estado, es que los zacatecanos comencemos a involucrarnos directamente en la vida pública y política sin esperar a que los partidos políticos nacionales decidan quiénes serán nuestros representantes popualares, la organización ciudadana en torno a proyectos colectivos y no en torno a intereses de familias políticas o grupos políticos es la única vía para lograr un cambio.
No podemos continuar permitiendo que personas que desconocen la realidad de nuestro Estado, decidan cada tres años quiénes serán nuestros representantes populares sin importarles si estos cambian de partido según se muevan las preferencias electorales, sin importarles que estos tengan más de 20 años viviendo de cargo en cargo sin aportar un cambio, que cinicamente utilicen las causas y las ideas para beneficio propio.
El presente y futuro de Zacatecas debe ser construido desde Zacatecas, no desde las cúpulas que se apoderan de las dirigencias y toma de decisiones partidistas y que poco o nada conocen la problemática que vivimos, los Zacatecanos debemos luchar por la democratización de nuestro Estado, por una representación verdaderamente popular y decidida por quienes vivimos y padecemos lo que han construido por años unos cuantos.
