La Gualdra 270 / Humanidades
Hace algunas semanas estaba circulando en las redes sociales el video de una entrevista que se le hizo a la académica Winifred Mary Beard, de la Universidad de Cambridge, debido a que recibió el premio Princesa de Asturias por su trabajo enfocado a los estudios clásicos. Entre otras preguntas, se le cuestionó sobre su opinión acerca de la eliminación de algunas materias con enfoque humanístico en el currículo de la escuela española, a lo que respondió que efectivamente, al parecer es un problema que se está dando en el mundo entero, pues se piensa que en tiempos de crisis, el gasto en la enseñanza de estas disciplinas pudiera parecer algo fácil de eliminar, pues no parecen tener impacto en el mundo contemporáneo.
Mencionaba además, que para ella, y probablemente para muchos humanistas, no es posible imaginar alumnos que no sepan quién es Virgilio o Dante. Sin embargo, ante los eventos contemporáneos, parece ser que el rumbo de la educación ha tomado esa dirección y cada vez es más común ver cómo estas materias entran en recesión. Así, por ejemplo, en el programa del nivel secundaria, los estudios históricos del mundo clásico y antiguo han desparecido, por lo que se comienzan a ver temas históricos desde la Modernidad hasta la época contemporánea.
Al respecto, Beard señalaba que en la actualidad era más importante el enfoque sobre la ciencia que sobre las humanidades, y destacaba que ambas disciplinas van de la mano, además que era muy importante el estudio la filosofía y las disciplinas clásicas porque de ello dependía el ciudadano que cada país quiere para sí.
El meollo de la cuestión reside precisamente en esto. En la actualidad, el Estado de cualquier país se ha hecho a un lado y ha dejado el camino con alfombra roja para las empresas, pues pareciera ser que como de ahí surge el capital, para comprar incluso a los gobiernos, ya no hay sentido en que la propuesta educativa aborde materias de este tipo, pues se busca más bien educar ciudadanos capaces de realizar una actividad laboral lucrativa como son las necesidades empresariales.
Esto da pie a un círculo vicioso, pues ya se había visto que en Francia durante el siglo XIX el Estado quería formar ciudadanos mediante el establecimiento de la educación pública, pero no olvidemos que en aquellos tiempos la visión del mundo era distinta, y no había como hoy, un sistema neoliberal enfocado a devorar todos y cada uno de los recursos del planeta sin importar las consecuencias.
Por ello, más que nunca, creo que es de suma importancia ver la implicación de las disciplinas humanísticas en el rumbo que está tomando la decisión de los distintos gobiernos en materia política y educativa, además de revisar si efectivamente es tiempo de olvidar el pasado y hacer tabla rasa, o bien, todo lo contrario: rescatar nuestra Historia para no cometer los mismos errores.
Así las cosas, invitaré cada semana a un especialista local en las áreas humanísticas para que nos dé su punto de vista acerca de este problema para tener elementos que ayuden a formar un criterio sobre la importancia de estos temas en la educación pública.
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