El pintor Francisco Toledo, el sacerdote Alejandro Solalinde y diversos activistas y colectivos de derechos humanos manifestaron su indignación por las agresiones sufridas el pasado 26 y 27 de septiembre contra estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, que provocaron el asesinato de 3 jóvenes y la desaparición de 43 más.
Mediante una carta, los firmantes repudiaron los ataques y se unieron a la exigencia de presentar con vida a los estudiantes desaparecidos, esclarecer los hechos, castigar a los responsables y dar garantías de no repetición de los hechos.
Tras lamentar el «contexto de violencia» que sufren los normalistas de Ayotzinapa, exigieron que el gobierno gire las instrucciones necesarias para agilizar la búsqueda de los estudiantes desaparecidos, brinde atención psicosocial a los sobrevivientes y a las familias de los estudiantes desaparecidos y dé todas las condiciones necesarias al equipo de peritos argentinos que realizan la búsqueda de las víctimas.
De igual forma, demandaron que las autoridades garanticen la seguridad de los normalistas de Ayotzinapa, las y los familiares de los jóvenes asesinados y desaparecidos, y de las organizaciones de la sociedad civil que les acompañan, además del acceso a la justicia y la reparación integral del daño.
«Hacemos un llamado al pueblo de Oaxaca, a las comunidades y organizaciones de la región y de todo el país para que sigamos tejiendo lazos de unidad, solidaridad y defensa conjunta de los derechos humanos fundamentales, pues el nivel de corrupción, cinismo, impunidad y descomposición de las instituciones que deberían proteger dichos derechos en vez de violarlos, es absolutamente intolerable», recalcaron.
De igual forma, recordaron que los hechos ocurridos el 12 de diciembre de 2011, en donde fueron ejecutados extrajudicialmente los normalistas Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría, permanecen en la impunidad hasta la fecha, lo cual pone en evidencia «la criminalización de la que son objeto los jóvenes normalistas en el estado de Guerrero.»
«Desde Oaxaca manifestamos nuestra solidaridad con los normalistas y las familias de los estudiantes asesinados y desaparecidos, con las organizaciones civiles que las acompañan y con el pueblo de Guerrero en general, con quien compartimos contextos y luchas ancestrales que nos hermanan y en donde actos tan repudiables como los acontecidos el 26 y 27 de septiembre de 2014, llenan de rabia nuestros corazones y agravian a nuestro país», aseveraron Toledo, Solalinde y las organizaciones firmantes.
