Del 8 al 12 de octubre se lleva a cabo en Zacatecas, el segundo Congreso Internacional sobre experiencias en la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Las actividades desplegadas acarician testimonios en torno a esta labor que se aventura como expedición en busca de tesoros casi perdidos para, a través de ellos, de su condición mítica y fabulosa, trazar el origen del camino que hoy recorremos.
El tema del patrimonio intangible de los pueblos indígenas, que para los mexicanos representa una utópica búsqueda como la olla al final del arcoíris, sobresale en las diversas mesas de discusión que se llevan a cabo.
¿Qué es el patrimonio cultural inmaterial y cuál es su importancia? En el caso del patrimonio inmaterial de los pueblos indígenas bastaría su rescate como referente de los tiempos en que la tierra y el hombre eran uno mismo; una cotidianeidad en donde había filosofía, religión, educación, o medicina al igual que ahora, pero regía un desapego del mundo material. Bastaría esa historia de igualdad y equilibrio entre el medio ambiente y las personas para rescatar un tema de patrimonio intangible. Valorar su legado es además hacer justicia, pues los portadores de este patrimonio son en general los excluidos, los olvidados y en esta condición viven un lento proceso de extinción. Valorar el patrimonio inmaterial es también un reclamo; una resistencia civil a la cultura de la depredación.
Lo cierto es que en su tradición oral, en sus cantos, rituales, lengua casi evaporada, música, bailes y preparación de alimentos, se despliega el devenir de nuestro presente y futuro. La cultura es dinámica, el ser humano es cambiante. El peinado que llevamos, los pantalones que usamos, todo lo que somos, son partículas de cultura que se han ido filtrando de generación en generación hasta camuflagearse en nosotros. Cuando hablamos de cultura estamos hablando inherentemente del ser humano.
Cuando logremos incorporar a nuestra percepción cultural la importancia de bagaje cultural que representa el patrimonio entenderemos muchas cosas y cambiará nuestra forma de verlas. ¿Qué es lo humano? ¿Cómo podemos preservar lo humano? ¿Qué nos representa?
Patrimonio inmaterial, un bien que identifica ciertos comportamientos sociales, pero también una metáfora de lo que fue algún día.
Este segundo Congreso Internacional sobre experiencias en la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial se erigirá más con las preguntas que con las respuestas.
Pervivencia, revaloración, niñez, lengua, oralidad, ceremonias, rituales, tradición y pueblos, serán palabras llevadas a las mesas.
Ciudadanos del mundo presente con ganas de intercambiar experiencias, compartir y unir voces en torno a la salvaguardia del patrimonio inmaterial dan vida a este evento con voces, rostros y horizontes más lejanos como el que ofrecen ponentes de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, España, Perú y México a través de la asistencia de distintos estados.
La actividades desplegadas en el evento nos harán correr del Instituto Regional de Patrimonio Mundial en Zacatecas, ubicado en la avenida Juan de Tolosa, al Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez o al Palacio de Gobierno del estado de Zacatecas, para poder escuchar las ponencias de nuestro interés que se llevarán a cabo en mesas de discusión, simultáneas, en horarios estrictamente medidos. Vaya dilema elegir. ■
