“Obra bien terminada
a su autor alaba”
UNO: Buscará Tello a Amalia García y Ricardo Monreal.
DOS: Presbiterianos, ortodoxos, evangélicos y católicos contra bodas homosexuales.
TRES: Exigen taxistas frenar monopolios de tres familias.
COLOFÓN: Sobre partidos, partidarios y ex partidarios.
UNO: “Cuando veas las barbas de tu vecino pelar…”
En entrevista para un medio nacional, el candidato electo Alejandro Tello declara que, en su búsqueda por consolidar un gran acuerdo por Zacatecas, buscará a los mismísimos Amalia García y Ricardo Monreal.
Para Tello, encontrar un esfuerzo conjunto por Zacatecas pesa más que resentimientos o reclamos que cualquiera pudiera hacer.
Muchos ven más difícil que el priísta entable una conversación con Ricardo Monreal, para muchos el artífice de la más reciente campaña de su hermano.
Con Amalia es más fácil: a fin de cuentas, con Tello trabajan ahora amigos que son amigos y ex colaboradores de la ex gobernadora.
DOS: “A causa perdida, mucha palabrería”
Separados por diversas creencias y la supeditación a un pontífice en Roma, ahora las ocho iglesias del país agrupadas en el Consejo Ecuménico de México anuncian oficialmente una ofensiva a la iniciativa del presidente Peña Nieto de legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Los ministros de culto de iglesias católica, ortodoxa, evangélica y presbiteriana, entre otras, insisten en que “la diferencia y reciprocidad natural entre el hombre y la mujer es (sic) el fundamento antropológico de la familia”.
Opositores a ellos insisten en que el matrimonio es un tema civil y no necesariamente religioso.
Llama la atención cómo los jerarcas religiosos abandonan sus “acompañamientos cómodos” a los políticos cuando no les conviene la reforma o aplicación de la ley en un Estado laico.
Una pena que la jerarquía eclesiástica siga empecinada en estas pequeñeces cuando ni pío dicen de la corrupción y la desigualdad lacerante.
TRES: “Todo necio confunde valor y precio”
Hartos de la justicia que lo es sólo como publicidad, taxistas de sindicatos afiliados a la CTM, CROC y CNOP exigen que en la próxima asignación de concesiones ya les haga justicia la revolución.
Concretamente exigen que ya no se den concesiones a las familias Velázquez, Del Río y Pescador.
Ni entenados, ni asociados, ni similares, ni conexos.
Es hora de que los choferes que se han partido el lomo durante años, los que sí conocen el sudor de las manos sobre el volante, tengan su propia estabilidad económica.
Se trata de justicia social, a fin de cuentas, y no de engordar feudos o cacicazgos del volante de alquiler.
COLOFÓN: “Ponte la capa según venga el viento”
Retomando las teorías de Zygmunt Bauman, bien podríamos decir que los partidos políticos en México ya no son “sólidos”: ya no abanderan una ideología ni un concepto ideal de sociedad o ejercicio de la política.
Los partidos políticos mexicanos se han “liquidificado”.
Ante este panorama, bien vale la pena preguntar quién suele abandonar a quién: los desertores de partido a su partido… o el partido a sus militantes.
La lealtad parece ya algo anacrónico, y lo único que se avizora en estos tiempos es la permanente superación de retos.
Eso explica también la necesidad pasajera de coaligarse con personas y partidos aun de distinta ideología.
No necesariamente se trata del poder por el poder.
Ni tampoco de preservar la “pureza” rechazando toda posibilidad de unión.
Se vale que se lo digan a cualquier líder que repudie el trabajo entre distintos.
@ElRefranero_ljz
