■ Más de 3 mil trabajos participan en el Premio Nacional de Cuento en homenaje a la escritora
■ La zacatecana se muestra emocionada al hablar del interés de nuevos lectores en su obra
Los más de 3 mil trabajos enviados para participar en el primer Premio Nacional de Cuento Amparo Dávila que el pasado 22 de mayo cerró su convocatoria, pudieran ser una muestra más de la valoración que dentro del público joven tiene hoy la obra de la escritora zacatecana, quien ha hecho de los misterios inherentes al ser humano: el amor, la locura y la muerte, el fundamento de su literatura.
En entrevista para La Jornada Zacatecas realizada durante su reciente visita a la capital del estado en el contexto del homenaje luctuoso que se rindió a Pedro Coronel, su compañero de vida y “compañero en el arte” como ella le nombró, Amparo Dávila definió al misterio como algo que siempre nos rodea, “a toda hora y en todo momento”.
Ese “algo” no ha sido resuelto para sí, luego de abordarlo en sus aristas más importantes, reiteró: el amor, la locura y la muerte.
“Es angustioso para mí y para todo mundo, que a veces preferimos no pensar para no angustiarnos más pero son los misterios ineludibles, irresolutos”.
A la pregunta de si practica alguna religión, propuesta porque la fe es una vía en la que muchos encuentran satisfacción para algunas de las preguntas motivadas por esos misterios, la autora de Tiempo destrozado respondió un inmediato sí.
“Soy ferviente católica, devota católica…pero no sé si alguien del catolicismo los haya resuelto”, esto último dicho entre risas.
Amparo Dávila también se muestra sonriente cuando escucha que es alguien que maneja bien esos grandes enigmas inherentes a la vida misma, en sus cuentos. “Eso dicen, me da gusto saber eso”.
Son las temáticas dice, que ha trabajado y trabajará, y que al momento expuso brevemente: “La locura es como un hilo tan fino que de pronto se rompe y ya la persona pasa a otro plano, ya deja de existir en éste y pasa al mundo de la sinrazón… ¿por qué? No lo sabemos”.
Sobre la muerte dijo, puede ser que “alguien esté haciendo planes, trabajando…y de pronto…se va sin aviso”.
Y acerca del amor expresó también, a veces “sin decirnos, al doblar una esquina aparece cuando menos se espera, donde menos se espera aparece el amor. Y también cuando uno cree que lo ha afianzado, que lo tiene seguro, se va. ¿Y por qué, por qué se fue?”.
Dávila habló también de su obra reciente, dijo, nunca ha sido una escritora disciplinada sino que escribe “cuanto tengo verdadera necesidad de decir algo”.
Tal vez publique pronto un libro de poesía, adelantó. “Porque escribo poesía y escribo cuento indistintamente, lo que llegue, porque a veces llegan los poemas, luego pasa el tiempo y llega un cuento, así entonces yo dejo que fluya, tranquilamente y libremente… más que tranquilamente, libremente salir”.
La autora pinense mostró nuevamente su emoción al hablar del interés de nuevos lectores en su obra, “me da mucho gusto a mí también que no me olviden, que me sigan recordando y que sigan leyendo mis libros, que no envejezcan mis libros, que tengan todavía vigencia”.
Tanta vigencia que expresó gustosa y en referencia al premio que lleva su nombre y fue convocado por el Conaculta y el ayuntamiento de la capital de Zacatecas, “bueno ése parece que ha tenido una gran acogida, que cuando creían que iban a ser pocas aportaciones cierra en mayo, acaba de cerrar ya el concurso con 3 mil cuentos, o sea que un éxito rotundo así verdaderamente. Yo me imagino que habrá cosas maravillosas ahí, porque entre tres mil…”.
Este gusto se opone a otra emoción, la escritora presenció ya hace más de un año, el 24 de mayo de 2014, el inició del Centro de Lectura Amparo Dávila.
Expresó al respecto, “me da mucha tristeza porque yo pensé que ya estaría aventajado y parece que está ahí igual la primera piedra. No sé si ahí se va a quedar o algún día lo vayan a edificar”.
