En entrevista exclusiva con Juan Francisco Valerio Quintero, reconocido académico y exconsejero presidente del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), compartió una evaluación detallada del primer debate presidencial celebrado este domingo 7 de abril.
Abordando cada aspecto, Valerio Quintero compartió sus observaciones y reflexiones sobre el desempeño de los candidatos, destacando sobre todo la falta de precisión en sus respuestas. Asimismo, criticó el formato del debate, ya que, dijo, no permitía una dinámica efectiva para abordar las verdaderas preocupaciones del pueblo mexicano.
Desde el principio, Valerio Quintero desafió la noción convencional de los debates políticos argumentando que la evaluación no debe centrarse sólo en quién ganó o perdió, sino en la capacidad de cada candidato para expresar sus ideas en medio de las limitaciones de tiempo y la abrumadora cantidad de preguntas planteadas.
Destacó cómo el formato del debate, con un exceso de interrogantes y una restricción de tiempo para las respuestas, dificultó que los candidatos ofrecieran análisis profundos y respuestas completas a los problemas nacionales.
En cuanto al control y la certeza en las respuestas, Valerio Quintero no encontró un claro ganador, pero señaló deficiencias en las respuestas de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, quienes en ocasiones evadieron las preguntas o respondieron de manera superficial. Expresó que «un caso que destacó para mí fue cuando Claudia, ante una pregunta, respondió ‘Ya hemos discutido esto bastante, permítanme hablar sobre los programas sociales’, lo que sugiere que evitó abordar directamente lo que se le cuestionaba. Observé una situación similar con Xóchitl Gálvez cuando se enfrentó a señalamientos sobre su patrimonio y trayectoria, entre otros aspectos».
Por otro lado, elogió la soltura y desenvoltura de Jorge Álvarez Máynez, aunque notó un sesgo en sus críticas hacia Gálvez.
Uno de los mayores problemas identificados por el especialista en este debate fue la falta de producción, con un lugar inadecuado y tomas de televisión poco precisas. Además, señaló que la limitación de tiempo impuso restricciones significativas en la capacidad de los candidatos para explayarse en sus respuestas, lo que generó una sensación de incompletitud en muchos de los temas tratados.
En cuanto a las expectativas sobre el impacto del debate en las encuestas, Valerio Quintero anticipó cambios mínimos en la percepción pública sobre los candidatos. Aunque sugirió que Jorge Álvarez podría experimentar un ligero aumento en las encuestas, no prevé alteraciones significativas en el posicionamiento de Sheinbaum y Gálvez.
Al abordar los temas tratados durante el debate, Valerio Quintero destacó la insatisfacción con las respuestas relacionadas con la salud, un tema central para la población. Señaló la falta de atención al desabasto crónico de medicamentos en las instituciones de salud y la deficiencia en la producción de médicos especialistas, aspectos que considera deberían haber sido abordados con mayor profundidad por los candidatos.
En relación al formato, recalca que el tiempo destinado a las preguntas fue limitado y que el número de éstas debería haber sido reducido al mínimo necesario. Además, consideró que los candidatos dedicaron gran parte de su tiempo a hacer acusaciones entre ellos en lugar de abordar adecuadamente los temas que realmente conciernen al ciudadano: su posición, su conocimiento y su enfoque para abordar los grandes problemas nacionales.
