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Ciento nueve años antes de que Porfirio Díaz renunciara a la Presidencia de la República, y de que a bordo del “Ipiranga” saliera de Veracruz rumbo a Europa, nuestra ciudad tenía como una de las actividades económicas más importantes, el comercio. Los tianguis establecidos en lo que se conoció como la Plaza Principal, vendían a la población todo tipo de artículos desde alimentos hasta prendas de vestir.
Aquel movimiento comercial fue determinante para que en 1802, se planeara un lugar destinado a estas actividades. Quedó establecido donde ahora se encuentran los Portales de las Flores, frente al Jardín Independencia, y se levantó en 1804. Sin embargo, resultó inapropiado y se vio la conveniencia de construir para la ciudad, un lugar de compra-venta de mercancías en forma organizada, y el 15 de septiembre de 1886, se colocó la primera piedra en la Plaza Mayor.
El 16 de septiembre de 1889, Jesús Aréchiga presidió la inauguración del majestuoso edificio de cantera rosa y fierro forjado que constaba de tres pisos, para abrir sus puertas al comercio y otras actividades para los zacatecanos. La primera planta, era ocupada por bodegas y algunos comercios. La segunda, por puestos cuya ubicación estaba bien organizada, porque se dejaba espacio suficiente para la libre circulación de los clientes y no se dificultaba observar la mercancía en venta. La tercera, tenía múltiples funciones: algunos de sus locales servían como almacenes; otros, como pequeñas oficinas; incluso, se encontraba un teatro que sustituyó al de la ciudad, pues el existente se encontraba en reconstrucción.
Fue así como nació el Mercado González Ortega. Sin embargo, los riesgos y siniestros de entonces como ahora, acechan en todo lugar y, el 8 de diciembre de 1901 un incendio lo destruyó y quedó convertido en escombros. Su reconstrucción se logró en su estado original, pero se redujo a dos pisos y fue reinaugurado en 1903.
La construcción del inmueble es de estilo afrancesado como muchos edificios que datan de la época del porfiriato. Actualmente es uno de los edificios más emblemáticos de nuestra ciudad, y no obstante que ha sufrido modificaciones, conserva la esencia de su soberbia construcción.
Observémoslo:
Tiene tres entradas con estructuras exactamente iguales, sostenidas por columnas de cantera. La del norte colinda con la Catedral; la del sur, con la Plazuela Goytia y la del poniente, con la avenida Hidalgo. El acceso a cada una es: la del lado norte, una escalinata formada por 16 peldaños; la del sur, otra formada por 29 peldaños. Ambas con pasamanos de fierro y un pasillo simétrico que conduce a la Avenida Hidalgo. La diferencia entre ellas, es que la del lado sur es más estrecha que la del norte. La entrada del poniente, se encuentra a nivel de la Avenida Hidalgo.
Ya en su interior, existen en las tres entradas un espacio libre de puertas, a los lados un par de ventanas y en los muros tres ornatos labrados de la misma cantera. Frente a estos espacios, se levantan tres enormes puertas de barandales de fierro. Las dos laterales fijas y la central y más alta, es la de ingreso. Dentro, encontramos cuatro filas de columnas de fierro, que de sur a norte y viceversa, cada una la forman 14 columnas, con una distancia entre ellas de cinco y medio a seis metros. La distancia de norte a sur se aproxima a los 86 metros. Hacia el oriente, sobre la calle Tacuba, una hermosa terraza adornada también por 14 arcos de fierro que en la parte superior tienen ornamento del mismo material.
Mirando su exterior, encontramos además de las dos escaleras: en la planta baja, sobre la multicitada calle Tacuba: un Salón de Eventos; Biblioteca Especial Roberto Cabral del Hoyo; Bar San Pedro; Salón Cantina la Consentida; Tienda de la Mujer y de la Artesanía; Venadito Artículos de Piel; La Cantera Bar Mexicano. En la segunda planta, esquina sur y poniente se encuentra un local que tiene el rótulo de Chopería; ya en el poniente, Módulo de Información Turística; Café Acrópolis que también ocupa esquina norte.
Hay que reparar que en dirección de las escaleras del norte y del sur, existe un par de ventanas. Y, que sobre el pequeño corredor que conduce a la Avenida Hidalgo los ventanales son exactamente iguales de uno y otro lado.
Pues bien, este majestuoso edificio está a punto de ser arrebatado a los zacatecanos para ser destinado a negocios del Grupo Modelo
Gobierno: 1.- El centro de la ciudad está sembrado de bares y cantinas, ¿sólo eso se puede ofrecer a nuestros jóvenes? 2.- Los bienes del Estado, son públicos y de uso común, y el Mercado lo es, tienen el carácter de ser inalienable e inembargables. 3.- Ya se hizo algo atroz con la Plaza de Armas y la Alameda García de la Cadena. 4.- Las luces colocadas sobre el piso en el primer cuadro de la ciudad, representan un peligro para la población.
Junta de Monumentos Coloniales e Instituto Nacional de Antropología e Historia, en su decisión está, evitar el destrozo de este edificio. ■
