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viernes, 29 marzo, 2024
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Veda electoral: entre el discernimiento y la campaña en voz baja

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Por: REDACCIÓN •

Lon suficientes tres días para silenciar el ruido de las campañas y poner la capacidad de reflexión a discernir la orientación del voto en la jornada del próximo siete de julio? El silencio es la condición sine qua non para la reflexión; ¿y sobre qué van a discernir los ciudadanos? Para hacer un ejercicio de elección se requiere materia prima para ello. Y dicha materia son justo los contenidos o propuestas de las diversas ofertas políticas. ¿Las hay? Hay una regla de oro para discernir, es distinguir entre bienes aparentes de males ocultos.

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Todas las ofertas aparecen como las mejores opciones y buenos caminos. ¿Cómo distinguir el engaño? ¿Qué fórmula sirve como criterio para descubrir al falso profeta? Uno muy claro es seguirle la pista a los frutos de su elección: ¿cuáles serán los resultados a mediano y largo plazo en la elección que hacemos? Ese es un criterio basado en proyectar las hipótesis de darle el poder a ciertos grupos de interés de la clase política; algunos representan a las televisoras, otros al Gobierno del Estado, otros a fuerzas en descomposición, y algunos más a grupos con poca fuerza para provocar cambios.

Pero la pregunta más importante es re-flexiva, para sí mismos: ¿cuáles son los móviles que me llevan a votar por una opción u otra? Los motivos pueden ir desde ‘con esa opción tendré un empleo’, o ‘con ese partido mi familia seguirá en el gobierno’, o más aún, ‘porque ese candidato trae dinero y una muchedumbre detrás’. ¿Cuántos de nosotros ciudadanos, pensamos en nuestro fuero interno una razón como la siguiente: ‘este candidato tiene una idea clara del nuevo rumbo de nuestro estado y su política nos llevará a la justicia social’? En el silencio, ¿cuáles son las razones que nos habitan?

El efecto de los conciertos de los múltiples grupos de música popular, ¿se habrá diluido en tres días? Porque cualquier persona con un mínimo de sentido republicano espera que nadie pueda tener como criterio el siguiente: ‘votaré por este candidato porque trajo a uno de los grupos más famosos de música grupera, y en su concierto me divertí mucho’. ¿Y existen electores que son invadidos por este tipo de ‘razones’? Eso es temible.

Los mejores proyectos han ocurrido en el sosiego. El silencio es el gran maestro de la vida. Pero, ¿habrá silencio? El silenciamiento del ruido es una manera de ponernos frente a sí-mismos. El silencio implica ante-posición; es la condición para que emerja la voz propia, la voluntad en su autonomía. Pero es como la veda en realidad es un momento de visitas a líderes, llamadas por teléfono, construcción de redes de promotores de voto, presiones, cobro de favores, listas de compromisos, etcétera. No es el término de las campañas, sino otra etapa de las mismas. Es la etapa de la voz baja y de la sujeción a compromisos. ¿Y el discernimiento? En la simulación.

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