25.8 C
Zacatecas
miércoles, 1 mayo, 2024
spot_img

De la patada…

Más Leídas

- Publicidad -

Por: RENÉ LARA RAMOS •

El campeonato mundial de futbol, escaparate adecuado, mostró las miserias del capitalismo contemporáneo que lo convirtieron en industria. Con todo, la idea que lo anima como deporte va más allá de su planificación, al guardar relación con un aspecto humano, fundamental, del homo ludens: la actitud de juego ante los demás, el entorno y la vida misma: humana, social, cultural, prevaleciente por encima de una exagerada mercantilización, holística e incrementada por los medios de comunicación, convertidos en industria para vender símbolos y objetos de todo tipo, boyante en las competencias deportivas de cualquier nivel y calidad.

- Publicidad -

En el futbol se encuentran objetos para el psicoanálisis, la literatura y la poesía. La intensidad y cercanía con que se vive es tan diversa, como la sensibilidad, cultura y creatividad del sujeto, personaje, barrio y hasta la clase social, involucrada, por contagio o pertenencia. Este mundo, a menudo se hace trizas por la incapacidad, el espasmo y el bueno o mal genio y carácter de los árbitros, procedentes de quién sabe qué trayectorias personales y profesionales, culturas e historias. Como en todo, la autoridad del futbol se hace presente en el partido y a veces decide, hasta con independencia de lo real. La eventual arbitrariedad no sólo emerge en la cancha y si el domingo un gol fue ilegal, aún a confesión de parte, eso no anula el resultado, aunque descanse en una omisión cometida por el árbitro y si dejó pasar más golpes a unos que a otros, tampoco nada altera el resultado. La fractura, magulladuras y chipotes, son eventos repentinos contra los cuerpos, mentes y ánimos de los jugadores, sin que la autoridad arbitral, convertida en autoritarismo deportivo, sea o vaya a ser sancionada. El resultado está escrito y no se sabrán las razones de las sinrazones por él cometidas o si su arbitrariedad, no quedara impune, tampoco pondría en cuestión sus efectos: pronto habrá un nuevo campeón mundial de futbol y dentro de 4 años, otro.

¿Autoritarismo en el futbol? Sí. ¿Autoritarismo en la cancha? Sí. ¿Autoritarismo fuera del futbol y la cancha? Por supuesto, oculto bajo el disfraz neoliberal del Pacto por México. Que ni es pacto, ni es por México, pero sí va por el petróleo de México y de los mexicanos. Pronto a iniciar el ser expropiado por las trasnacionales, cuyo objetivo central no es su explotación, sino promover la desterritorialización de México y de los mexicanos, al entregarse la tierra del campesino, desposesión, no a quien la explote o quiera explotarla en forma productiva, sino incluso a quien, con el pretexto de generar energía, por ejemplo, la use como reserva territorial para el comercio o industria que con más prioridad convenga a su privada ambición, pasando por encima de las formas de propiedad y aprovechamiento tradicional de los campesinos que todavía las ostenten. No se trata de hacer producir más la tierra o rentabilizar los recursos naturales, sino de insertar la propiedad territorial, colectiva o campesina, en una forma de acumulación ultra neoliberal que, según la infinitud de spots, MOVER A MÉXICO. Semejante desastre es invisible para el señor Videgaray: ni lo ve, ni para él existe y se limita a intensificar sus viajes sobre todo a los EUA, ¿para imponer su visión económica y fortalecer su aspiración política? ¿Cuál puede tener? Suya, ninguna, ojalá. Otra, ¿la permanencia de Peña Nieto en el poder ejecutivo, por más de 6 años, encontraría sustento en la actual mayoría mecánica de congresistas votantes por el PRI en el H. Congreso de la Unión? Sería autoritario, si lo hiciere sin consulta: despotismo.

¿Panorama político idílico para Peña Nieto y el PRI? Al contrario, antes hay que saber por qué, por ejemplo: “El homicidio, dice la Organización Mundial de la Salud, rebasa en México, “el comportamiento epidémico”. Según consigna La Jornada en su edición del domingo: “se cometen 33.59 por cada 100 mil habitantes, tasa muy superior a la nacional.”

Y ser preciso: “hablar de economía es referirse al dinero, pero también de dónde surge y de cómo se reparte. En tierra azteca, la mayor parte proviene del trabajo asalariado, abierto o disfrazado de informal, pero se distribuye de abajo a arriba en favor de los habitantes de la cúpula y sus inmediatos subordinados.” (Rolando Cordera.) Drama y tragedia, ¿persistirá esto o cómo y en qué sentido se generará riqueza, y se enfrentará tan desigual distribución?

Para, “iniciar el giro indispensable en la política en general y en la política económica en particular.” Hay que exigir “respuestas distintas”, a “las grandes cuestiones de nuestro tiempo: la desigualdad convertida en magna inercia de las relaciones sociales, la inseguridad de personas y comunidades, el deterioro del entorno y la imparable guerra de los humanos contra el resto de la naturaleza.” (Idem.) Súmele usted. ■

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -