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Estimada lectora, lector, permítame compartirle que en días pasados el Instituto Nacional de las Mujeres y el Programa de Cohesión Social entre América Latina y la Unión Europea (Eurosocial) iniciaron una investigación para la evaluación de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) en nuestro país.
Eurosocial busca, como su nombre lo indica, la cooperación entre América Latina y la Unión Europea para, en este caso, examinar las alertas de género declaradas en México y proponer recomendaciones para su mejora y fortalecimiento.
Usted sabe que la AVGM es única en todo el mundo, que ha sido definida como “el conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado,” y que surgió a raíz del incremento de muertes violentas de mujeres y violación de derechos humanos a las mismas en nuestro país; por ello, en diversas colaboraciones se ha informado sobre su definición, objetivo, procedimientos (federal y locales) y problemáticas a la que los estados se enfrentan para poder dar cumplimiento a este conjunto de acciones de emergencia.
Como toda política pública y tercer mecanismo para la atención de la violencia de género contra las mujeres, requiere de una evaluación puntual y objetiva, que nos dé cuenta de la eficacia, efectos y resultados de su implementación.
Actualmente, en 29 estados de la República se ha solicitado la AVGM. Existen al día de hoy 37 solicitudes (algunas entidades tienen hasta 5); 32 han sido aceptadas; se han declarado 13 AVGM en 12 estados (en Veracruz hay dos declaratorias). De conformidad con los procedimientos establecidos y la experiencia adquirida en prácticamente el 90% de las entidades federativas, se puede decir que ya hay información suficiente para revisar los resultados cuantitativos y cualitativos, que den cuenta de las buenas prácticas implementadas para la reducción de la violencia feminicida, de las muertes violentas de las mujeres, de los feminicidios; y, también, de los diversos obstáculos a los cuales nos enfrentamos diariamente para erradicarlos.
En México existen importantes esfuerzos tanto de autoridades, academia y la sociedad civil, para arrancar, de una vez por todas, la raíz de la violencia de género contra las mujeres: las conductas misóginas estructurales y profundamente arraigadas en nuestra sociedad. El trabajo de prevención, atención y sanción de la violencia feminicida existe, eso no podemos negarlo; sin embargo, tal pareciera que los patrones culturales instalados en cada uno y una de nosotras nos ganan la batalla.
Parte de los trabajos que se realizan para estudiar la AVGM en México han sido impulsados por la sociedad civil organizada y, a varios años de las peticiones sociales hechas, el Inmujeres ha iniciado su evaluación. El programa financiado por la Comisión Europea, conocerá los procesos institucionales, la metodología para la implementación de la AVGM e identificará sus efectos, resultados y áreas de oportunidad para reforzarla o reconstruirla.
Eurosocial presentará a Inmujeres los resultados de su investigación sobre las diferentes etapas que contempla la normativa aplicable a la AVGM, la medición de su impacto y así determinar las acciones que permitan mejorar los procedimientos de solicitud, investigaciones in situ, informes de trabajo y las medidas de prevención, seguridad y justicia propuestas a los estados, en aras de poder tener mayor precisión y puntualidad en su seguimiento.
Las y los actores involucrados en dicha investigación, fueron la CONAVIM, la CNDH, mecanismos de adelanto para las mujeres (IMEF) de los estados de Zacatecas, Puebla, Colima y Guanajuato, asociaciones civiles promoventes en diversas entidades federativas, y académicas nacionales y locales.
En lo que toca a las IMEF, las principales argumentaciones respecto a la implementación de este mecanismo versaron básicamente sobre su uso político y partidista que en nada ha abonado a la prevención y atención de la violencia feminicida; sobre que aún no existe claridad (incluso por los grupos de trabajo) si lo que se ataca es la violencia feminicida, las muertes violentas de mujeres, los feminicidios, la violencia de género o la violación a los derechos humanos. Pareciera que hay un gran desconocimiento de lo que significa, incluso, la alerta de género y la política de atención de la violencia contra las mujeres que los estados implementan.
Asimismo, se revisó si el propio procedimiento ha impactado más en acciones administrativas que en estructurales, la falta de presupuestos suficientes y específicos para atender las declaratorias de las AVGM en los estados. Se analizó, además, la inexactitud de procedimientos y tiempos para solicitar la concurrencia de la Federación y la de los Municipios, así como los términos que den cuenta de cuándo concluye este mecanismo. Y el gran tema: la urgente necesidad de regular a los medios de comunicación para que sean verdaderos aliados en la prevención de la violencia feminicida y no así instrumentos que coadyuvan al fomento y reproducción de las diversas violencias de género cometidas en contra las mujeres.
Importantes retos seguiremos enfrentando en torno a la AVGM para que realmente se implemente con el objetivo para la cual fue creada. Por lo pronto, es de reconocerse esta primera evaluación porque nos permitirá conocer de manera formal cuáles son los avances y resultados de su implementación en México; cuáles las mejores prácticas que sin duda deben socializarse y llevarse a cabo a nivel nacional y cuáles las dificultades que debemos superar.
Porque, hay que decirlo, si bien la AVGM no ha resultado ser un mecanismo de erradicación de los más terribles crímenes que se cometen en contra de las mujeres, pese a los esfuerzos que se realizan, éste –con los trabajos que se han realizado en todas las entidades federativas- sí debe sentar las bases para una Política Nacional de Prevención y Atención de la Violencia Feminicida en México.
Eurosocial busca, como su nombre lo indica, la cooperación entre América Latina y la Unión Europea para, en este caso, examinar las alertas de género declaradas en México y proponer recomendaciones para su mejora y fortalecimiento.
Usted sabe que la AVGM es única en todo el mundo, que ha sido definida como “el conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado,” y que surgió a raíz del incremento de muertes violentas de mujeres y violación de derechos humanos a las mismas en nuestro país; por ello, en diversas colaboraciones se ha informado sobre su definición, objetivo, procedimientos (federal y locales) y problemáticas a la que los estados se enfrentan para poder dar cumplimiento a este conjunto de acciones de emergencia.
Como toda política pública y tercer mecanismo para la atención de la violencia de género contra las mujeres, requiere de una evaluación puntual y objetiva, que nos dé cuenta de la eficacia, efectos y resultados de su implementación.
Actualmente, en 29 estados de la República se ha solicitado la AVGM. Existen al día de hoy 37 solicitudes (algunas entidades tienen hasta 5); 32 han sido aceptadas; se han declarado 13 AVGM en 12 estados (en Veracruz hay dos declaratorias). De conformidad con los procedimientos establecidos y la experiencia adquirida en prácticamente el 90% de las entidades federativas, se puede decir que ya hay información suficiente para revisar los resultados cuantitativos y cualitativos, que den cuenta de las buenas prácticas implementadas para la reducción de la violencia feminicida, de las muertes violentas de las mujeres, de los feminicidios; y, también, de los diversos obstáculos a los cuales nos enfrentamos diariamente para erradicarlos.
En México existen importantes esfuerzos tanto de autoridades, academia y la sociedad civil, para arrancar, de una vez por todas, la raíz de la violencia de género contra las mujeres: las conductas misóginas estructurales y profundamente arraigadas en nuestra sociedad. El trabajo de prevención, atención y sanción de la violencia feminicida existe, eso no podemos negarlo; sin embargo, tal pareciera que los patrones culturales instalados en cada uno y una de nosotras nos ganan la batalla.
Parte de los trabajos que se realizan para estudiar la AVGM en México han sido impulsados por la sociedad civil organizada y, a varios años de las peticiones sociales hechas, el Inmujeres ha iniciado su evaluación. El programa financiado por la Comisión Europea, conocerá los procesos institucionales, la metodología para la implementación de la AVGM e identificará sus efectos, resultados y áreas de oportunidad para reforzarla o reconstruirla.
Eurosocial presentará a Inmujeres los resultados de su investigación sobre las diferentes etapas que contempla la normativa aplicable a la AVGM, la medición de su impacto y así determinar las acciones que permitan mejorar los procedimientos de solicitud, investigaciones in situ, informes de trabajo y las medidas de prevención, seguridad y justicia propuestas a los estados, en aras de poder tener mayor precisión y puntualidad en su seguimiento.
Las y los actores involucrados en dicha investigación, fueron la CONAVIM, la CNDH, mecanismos de adelanto para las mujeres (IMEF) de los estados de Zacatecas, Puebla, Colima y Guanajuato, asociaciones civiles promoventes en diversas entidades federativas, y académicas nacionales y locales.
En lo que toca a las IMEF, las principales argumentaciones respecto a la implementación de este mecanismo versaron básicamente sobre su uso político y partidista que en nada ha abonado a la prevención y atención de la violencia feminicida; sobre que aún no existe claridad (incluso por los grupos de trabajo) si lo que se ataca es la violencia feminicida, las muertes violentas de mujeres, los feminicidios, la violencia de género o la violación a los derechos humanos. Pareciera que hay un gran desconocimiento de lo que significa, incluso, la alerta de género y la política de atención de la violencia contra las mujeres que los estados implementan.
Asimismo, se revisó si el propio procedimiento ha impactado más en acciones administrativas que en estructurales, la falta de presupuestos suficientes y específicos para atender las declaratorias de las AVGM en los estados. Se analizó, además, la inexactitud de procedimientos y tiempos para solicitar la concurrencia de la Federación y la de los Municipios, así como los términos que den cuenta de cuándo concluye este mecanismo. Y el gran tema: la urgente necesidad de regular a los medios de comunicación para que sean verdaderos aliados en la prevención de la violencia feminicida y no así instrumentos que coadyuvan al fomento y reproducción de las diversas violencias de género cometidas en contra las mujeres.
Importantes retos seguiremos enfrentando en torno a la AVGM para que realmente se implemente con el objetivo para la cual fue creada. Por lo pronto, es de reconocerse esta primera evaluación porque nos permitirá conocer de manera formal cuáles son los avances y resultados de su implementación en México; cuáles las mejores prácticas que sin duda deben socializarse y llevarse a cabo a nivel nacional y cuáles las dificultades que debemos superar.
Porque, hay que decirlo, si bien la AVGM no ha resultado ser un mecanismo de erradicación de los más terribles crímenes que se cometen en contra de las mujeres, pese a los esfuerzos que se realizan, éste –con los trabajos que se han realizado en todas las entidades federativas- sí debe sentar las bases para una Política Nacional de Prevención y Atención de la Violencia Feminicida en México.
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