La Comisión de Vinculación con los Organismos Públicos Locales (CVOPL) del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó ayer el proyecto de acuerdo por el que se designa a los integrantes del Consejo General del OP correspondiente a Zacatecas. Lo primero que salta a la vista es que los únicos partidos claramente representados son el PRI y el PAN, y que, una vez más, han quedado excluidas las personas independientes de los partidos y de las burocracias electorales; es evidente la falta de interés en integrar un árbitro electoral con posibilidades de recuperar la credibilidad perdida, y la inexistencia de cualquier intención de dotarlo de autoridad moral, además de asegurar una alta calidad en sus debates y reflexiones. Todo lo anterior queda perfectamente claro si examinamos, a título de ejemplo, la propuesta de que sea Virgilio Rivera Delgadillo el consejero presidente del nuevo organismo.
Además de ser integrante de uno de los órganos del IFE en la entidad, lo que le permitió tejer relaciones personales con Olga Alicia Castro Ramírez, responsable de la Unidad Técnica de Vinculación, y con su superior jerárquico y presidente de la CVOPL, el consejero Marco Antonio Baños Martínez, relaciones que resultarían fundamentales para lograr la nueva designación, la información disponible (octubre de 2014) a través de documentos en poder de este diario, indican que no obstante estar jubilado, Virgilio Rivera Delgadillo mantiene relaciones laborales en la UAZ por las que percibió $447, 090.53, solamente por concepto de prestaciones a pesar de haberlas vendido a la Universidad, las cuales, sin embargo, sigue percibiendo con base en el salario tabular de los funcionarios y no, como debiera corresponder en todos los casos, sobre la base del salario histórico al que se tenga derecho como personal al servicio de la Institución, a lo que hay que agregar la cantidad de 149, 670 pesos anuales por concepto de salario, con lo que las percepciones totales del profesor jubilado, Virgilio Rivera Delegadillo, ascienden a una cifra muy cercana a lo que costarían dos profesores de Tiempo Completo de la más alta categoría y nivel. Toda esta información ha sido publicada y no desmentida hasta ahora.
Más allá del monto de recursos erogados por una Universidad sumergida en la más profunda crisis financiera de su historia, las prebendas salariales de Rivera Delgadillo cuestionan la falta de congruencia de un ex rector que frente a la crisis de su casa de estudios, optó por el beneficio personal, más allá de las argucias legales o políticas que pudiera esgrimir en su defensa. Cabe preguntar a los consejeros del INE que lo impulsan, si no creen que de llegar a la presidencia del órgano electoral local estará más preocupado –y ocupado– de sus percepciones, que por velar a favor de los principios rectores de los procesos electorales.
Todo lo anterior demuestra que los exámenes, ensayos y entrevistas a que fueron sometidos los aspirantes sólo sirvieron para eliminar a discreción a personas independientes y capaces, así como para enmascarar el más crudo reparto de posiciones entre los grupos de consejeros con poder para decidir, sin estar obligados a explicar los criterio que fundamentan sus decisiones a la sociedad zacatecana que, una vez más, sufrirá un árbitro electoral al servicio del poder constituido. Lamentablemente, el INE resultó ser la misma gata…
