■ El film rinde homenaje a Gilberto Bosques, quien logró salvar a más de 45 mil personas
Conmovedora, sorprendente y emocionante fue la presentación del pasado Martes de Documental y Cine de Ficción que reveló, como muchos lo confirmaron, a un personaje mexicano que sin saber por qué no forma parte de la historia oficial que enseñan en las escuelas.
Visa al paraíso, documental dirigido por Lilian Liberman, rinde homenaje a Gilberto Bosques, cónsul mexicano que durante la Segunda Guerra Mundial y por medio de la embajada mexicana logró salvar a más de 45 mil españoles y judíos a quienes les otorgaba, contra todos los obstáculos posibles, visas para arribar a México y América y salir del infierno –como describen algunos de los que vivieron la persecución nazi, fascista y franquista-.
Para los espectadores de esta recopilación histórica, Gilberto Bosques es un caso que sorprende por ser un personaje que creó tanto y muestra el sentido del servidor público en México, que ahora está trastornado porque actualmente miran para sí mismos; una persona que hizo cosas trascendentales a partir de la nada, que, como él mismo indica en una entrevista, conoció y puso en práctica el paso de la legalidad –sostenida por los gobiernos en turno- al derecho internacional.
El hecho que nos muestra el olvido de un mexicano de esta talla internacional despertó en una de las asistentes el reclamo de hacernos responsables de lo que conocemos de nuestra historia, de conocer y cuestionar a los personajes de los que escuchamos y a investigar la documentación que existe sobre aquellos que desconocemos, “un hombre no es bueno o malo, todos han aportado algo en algún momento… hay que preocuparnos por México”.
“Creer que como él habrá otros, aquí mismo – en Zacatecas- hay gente que hace muchas cosas…”, fue uno de los conmovedores comentarios que surgieron en la noche.
Una joven expresó una reflexión al respecto de que la Segunda Guerra, al decir que es un evento complejo, pues “hubo muchos seres silenciosos, sacerdotes que daban de comer a los españoles, que eran los más protegidos… y sobre los judíos tienen un trasfondo difícil de entender…”.
