11.9 C
Zacatecas
viernes, 29 marzo, 2024
spot_img

El rosa es para todos y todas

Más Leídas

- Publicidad -

Por: Catalina Monreal •

La destacada filosofa francesa Simone de Beauvoir nos dejó una frase muy poderosa para el análisis de la desigualdad entre mujeres y hombres. Ella escribió que las mujeres “no nacen, llegan a serlo”. De esta manera simple nos enseña como el género es algo que se aprende, a través de interacciones con familia, sociedad y cultura. Por otra parte, el juego es una importante herramienta de aprendizaje en la infancia. Filósofos como Nietzsche, así como diversas corrientes pedagógicas han señalado al juego y los juguetes como formas en que niñas y niños construyen identidades y realidades. Es por esto qué, en el marco de las festividades recientes y vísperas de reyes, considero que es importante reflexionar sobre los juguetes que les regalamos a nuestras niñas y niños y el impacto que estos tienen en la igualdad de género.

- Publicidad -

Los estereotipos y roles de género se construyen desde la infancia, y los juguetes son parte de esta construcción. Desde la infancia se nos divide de acuerdo a estereotipos. Cocinitas y bebes para ellas, carritos y armas para ellos.  Incluso aprendemos a identificar: los juguetes de niñas son aquellos con brillantes, ciertos tonos, como el rosa y quizás el morado, y siempre tienen una niña en portada. Seguramente han oído a padres o madres preocupados preguntando a quien despacha si un juguete “es para niña”.  Este tipo de conductas denota un terror por salirse del rol de género. Pareciera algo menor pero muchas barreras se imponen desde la niñez. Es cuando somos niñas y niños que empezamos a soñar, y es desde el juego donde construimos nuestras identidades. Es importante por lo tanto mantener claro de que el género no debe ser nunca una barrera para una profesión o actividad.  Incluso existen corrientes que piden que la mercadotecnia de un juguete sea siempre mixta, o se pide a los padres que busquen regalar juguetes “sin estereotipos de género” como lo son los bloques de construcción. Incluso la práctica de reciclar juguetes puede ser una excelente alternativa siempre y cuando se mantenga la idea de que los juguetes no están enfocados a un género: el hijo menor puede jugar con las muñecas de las hermanas mayores. Existen incluso algunos estudios que muestran que esta especialización en juguetes, es la que impacta las habilidades sociales que los diferentes géneros desarrollan. De acuerdo a un estudio de la Universidad Estatal de Michigan, la combinación en los juguetes, es decir jugar con peluches, algo asociado a las niñas y con carritos, asociado a los niños, permite un balance optimo en el desarrollo psicomotriz de ambos.

Aunque debo destacar que tampoco se trata de obligar a niñas y niños a jugar con ciertas cosas en particular. Pensar un mundo sin estereotipos es pensar en un mundo de posibilidades: un mundo donde pueda haber niñas y niños jugando a ser princesas. Un mundo donde a los niños se les regalen cocinas, escobas y hornitos. La igualdad de género no requiere negar las diferencias: construye y explora esas diferencias.

Por otra parte, la discriminación por género también existe en el precio de los juguetes. El “Impuesto Rosa”, en que un producto se cobra a un precio mayor simplemente por estar enfocado al público femenino, es muy notorio en los juguetes. En un estudio citado por Forbes, al analizar 50 productos para niñas y niños, se encontró que el color rosa era el más caro. Además, en estudios sobre calidad de productos se ha visto que en muchas instancias cuando un producto se divide por género, como por ejemplo cuando se vende un carro para niños, y otro para niñas, el producto para niñas tiende a tener peor calidad que el de niños. Es parte del estigma de ser mujer: pagamos más por peores productos. Esto es una muestra de que la discriminación es compleja y debe pensarse en múltiples niveles.

La lucha por eliminar la desigualdad de género es difícil, pero es posible aportar desde nuestras trincheras pequeños actos de gran impacto. Los juguetes que les damos a nuestras niñas y niños pueden ser un importante espacio de dialogo.  Utilicemos estos festejos como una oportunidad de inmensa reflexión, y como un espacio para construir una infancia más plena e igualitaria.

¡Felices fiestas!

- Publicidad -
Artículo anterior
Artículo siguiente

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -