■ Gloria González se dedica a la producción de este postre; la demanda aumenta en Navidad
■ Su abuela le enseñó una receta especial; actualmente tiene 25 años en este negocio, señala
La tradición de preparar buñuelos en temporada de Navidad es una tradición casera mexicana que se ha ido perdiendo entre las nuevas generaciones, comenta Gloria Iveth González Elías, quien se dedica a la elaboración de este postre durante todo el año.
Considera que esta costumbre, así como la elaboración de ponche, tamales y otros platillos, es lo que se debe mantener y fomentar en los niños y jóvenes para que no pierdan el interés de festejar estas fechas.
“Los buñuelos, como otras tradiciones como las posadas, los tamales, la piñatas y los ponches, son cosas que se acostumbra en Navidad, y que son productos que pueden conseguirse fácilmente, consumiendo en nuestro estado, y sobre todo, disfrutarlos en familia”, dice Gloria.
Ya sea por cuestiones de tiempo o por el trabajo que implica, son pocas las amas de casa que siguen elaborando este delicioso pan casero. Además, hay jóvenes que por seguir la moda de las dietas, no prueban el producto, porque les parece grasoso.
Gloria, junto con sus trabajadoras de la tortillería, elabora buñuelos durante todo el año, aunque en poco volumen. Sin embargo, cuando inicia la temporada invernal, aumenta el número de buñuelos diarios.
Diariamente llega a terminarse todo un costal de harina, y produce hasta 200 buñuelos. Algunos, se manejan sobre pedido, y le encargan con demasiado tiempo de anticipación, ya que se acumulan los clientes.
Para Gloria, este postre es un alimento casero, nutritivo y que debe comerse caliente acompañado de un buen ponche. Ante la falta de recursos, se elaboraba de manera casera en cualquier cocina.
Recuerda que su abuela Mariquita le enseñó a elaborar los buñuelos, con una receta especial. Dice que en aquella época se daban comisiones a los familiares: unos se encargaban de elaborar el ponche, otros, los tamales y otros, los buñuelos.
En esta última comisión estaba Gloria. Confiesa que le gustaba elaborarlos, y desde pequeña ponía empeño. Cuenta que la sala, la cocina, las camas, el comedor, se llenaba de tortillas redondas de buñuelos, que se ponían a reposar.
Desde hace 27 años que emprendió el negocio de la elaboración de tortillas de harina y desde hace 25 años, comenzó a elaborar los buñuelos, aprovechando las máquinas y los ingredientes con los que contaba para su comercio.
Entre las personas que elaboraban buñuelos en aquella época, recuerda a las madres religiosas de Guadalupe. Además de que había señoras que salían por las noches a vender sus buñuelos en las esquinas de las calles.
“A mí me emocionaba hacer los buñuelos en Navidad y aquí en la tortillería comencé a elaborar mis propios experimentos. Porque aunque intenté seguir la receta de mi abuela Mariquita, en la máquina no se podía elaborar”, menciona la cocinera.
El proceso de elaborar buñuelos es 100 por ciento artesanal, dice orgullosa Gloria. Explica que en las máquinas se colocan los ingredientes secos, luego se aumenta la grasa y la masa. Posteriormente se hacen 36 bolitas de masa, las cuales se dejan reposar en una charola por cerca de una hora.
Después se pasan a una prensa para darles forma, y luego a un enfriador. Si se desean probar fritos, estos se fríen de uno por uno, lo que lleva tiempo y finalmente, se les coloca la canela y la azúcar.
Gloria prefiere utilizar canela molida natural, pues actualmente para evitar moler la canela, y por gastar menos, hay quienes utilizan canela sintética y eso le da un sabor diferente al buñuelo, aunque a su gusto, es mejor al natural; y tampoco utiliza huevo para evitar poner conservadores a los buñuelos.
Gloria comienza desde las 9 horas a elaborar los buñuelos y termina casi a las 18 horas. Su negocio está ubicado en Calle de la Cruz número 6, esquina con la granja, en el centro del municipio de Guadalupe.
