El triunfo electoral de Jaime Rodríguez con su alocución de “desplazar el bipartidismo en la entidad”, ha comenzado a despertar viejas e impredecibles tentaciones. Entre los sectores más conservadores, empieza a reavivarse el rancio sueño de convertir a Nuevo León en un estado “independiente”. Encaminarlo por la ruta de su autonomía e independencia financiera merced de su capacidad tributaria, parecería ser éste su primer paso. Luego, y solo entonces, al igual que sus ancestros, pretenderá alejarse del “anticuado” sistema centralista mexicano…
Más abajo, entre la modesta población que le dio un más de millón de votos, siguen vivas dos punzantes cuestiones: ¿Quién o quiénes patrocinaron el triunfo “independiente” de su candidato? ¿Qué personas guiarán el nuevo curso del estado?
Se sabe –que más allá del publicista que lo catapultó, se encuentra un grupo patronal de 70 pequeños y medianos empresarios al que se le fueron sumando otros, como los ex simpatizantes de Morena –Fernando Turner (empresario multinacional) y Malaquías Aguirre–. Se unieron también el ex gobernador y ex secretario de economía y de energía durante el gobierno de Fox –Fernando Canales Clariond— y, evidentemente, quien renunciara a su candidatura para apoyar al “Bronco” -el abogado empresario, ex gobernador interino y ex secretario de energía con Fox- Fernando Elizondo Barragán. Se suman a la lista el periódico El Norte-Reforma, ONG’s y el empresario Antonio El Diablo Fernández. (Se rumora de otros más acaudalados, de los que tarde o temprano se corroborará su identidad).
Sometida por el dominio de los monopolios y el poderío de la globalización, la frágil “burguesía nacional-regiomontana” fue irremediablemente desplazada (al igual que sus partidos). La mentalidad de “la cultura del trabajo” y del “aquí se trabaja y se ahorra” con la que se construyó el mito de que “un capitalista es un trabajador que ahorra mucho”, hace ya tiempo que se desfondó (Héctor Treviño). La leyenda citadina de la “dinastía local” llegó a su fin cuando, en 2010 y tras 120 años de fundada, se anunció la venta de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma por parte del Grupo FEMSA a la transaccional Heineken. Aunque la cervecera fue la empresa regiomontana más emblemática, no sería ésta la primera en venderse a capitales extranjeros. “Las siderúrgicas Hylsa e IMSA en 2005 y 2008, se vendieron a la argentina Ternium; Gamesa y Mafer al grupo estadounidense Pepsi Co; luego Clemente Jacques, Manantiales Peñafiel, Cigarrera La Moderna, Seguros Comercial América…” (Dra. Lilia Palacios). Hoy, a juicio de muchos, la pujante capital industrial del país capitaneada por regios, está convertida en una ciudad postindustrial y de servicios.
Sin “don Eugenio” (Garza Sada) ni Lorenzo (Zambrano), el sometido grupo empresarial se vio en la necesidad de constituir “organizaciones no gubernamentales” que les representara y socorriera en la recuperación de la voz y liderazgo perdidos. Hoy esa “voz de las empresas” -que apoyó el triunfo del “Bronco” con su nuevo disfraz de ONG- ha dado un primer aviso de lo que viene: Exige a las autoridades que “impidan que las protestas de maestros bloqueen las calles para que no desquicien la vialidad” recordándole que “la manifestación con bloqueo está prohibida por la ley”. Unido al reproche, Malaquías Aguirre -presidente de Vertebra- aduce que “no se debe manifestar dañando a otras personas; que las razones del magisterio nunca serán suficientes como para que trastoquen la actividad de la Ciudad…”.
EL BRONCO
Jaime Rodríguez Calderón El Bronco (ex priísta) y su equipo inmediato de ex priístas y ex panistas, supieron capitalizar el malestar y hartazgo de la población contra el gobierno de Rodrigo Medina y su candidata Ivonne Álvarez. Dicho sea de paso, el retiro insospechado de la panista Margarita Arellanes en la contienda por el estado, le dejó el camino libre, hecho que abona la idea de un posible acuerdo cupular.
Su “candidatura independiente” (lo mismo que las candidaturas de partidos), dejó la puerta abierta al financiamiento privado sin control ni transparencia. Claro, todo el proceso y la institución electoral misma están corrompidos hasta los cimientos; es por eso que la ilusión de la independencia democrática ciudadana se topará, una y otra vez, con que no son los votos sino el dinero lo que seguirá determinando quienes ocupan los cargos de elección popular. Ahí están los recursos de procedencia ilícita que impusieron las candidaturas de Fox, Felipe y Peña Nieto (amigos de Fox, la costosa guerra sucia, tarjetas Monex…). Recuérdese también el caso Jorge Castañeda en 2006 cuando quiso ser candidato “independiente” a la Presidencia de la República financiado por George Soros -el magnate multimillonario y especulador financiero estadounidense que jugó un papel clave en el regreso de los estados obreros de Europa al sistema capitalista. Las “donaciones” de Soros para Jorge Castañeda o para otros -se sabe- están destinadas a mantener el orden social existente y la hegemonía del capitalismo en el mundo…
Con su primer gobernador “independiente”, Nuevo León es por ahora un foco de atención mundial. Sin embargo, muy pronto y de todas partes, vendrán más y nuevos profetas. Pretenderán ser, ni más ni menos, “los nuevos curanderos democráticos del capitalismo”. ■
