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Ciudad del Vaticano. Obispos católicos de todo el mundo adoptaron el sábado un documento final al concluir un polémico sínodo de tres semanas, en el cual llamaron a crear una iglesia más acogedora a las parejas que cohabitan, a los gays y a los católicos que se han divorciado y vuelto a casar por lo civil, avalando así una exhortación hecha por el papa Francisco para crear una iglesia más misericordiosa y menos crítica.
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Los obispos concluyeron así un encuentro diseñado para brindar mejor atención a las familias católicas. Hizo hincapié en el papel del discernimiento y la conciencia individual en el manejo de situaciones familiares difíciles: un método favorecido por los obispos más liberales.
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