A 17 días de las elecciones locales en 15 entidades, el Partido de la Revolución Democrática está obligado a realizar un balance de los resultados obtenidos. Un análisis que sea sereno, reflexivo y tranquilo, que nos marque el camino a seguir en el futuro inmediato para consolidarnos, unirnos más y alcanzar los acuerdos que el país necesita para lograr su desarrollo.
En pocos días el Sol Azteca realizará un consejo nacional y en septiembre, llevaremos a cabo el Congreso Nacional. Ahí, en esos encuentros, entre militantes y compañeros de lucha, deberemos definir la línea política a seguir, revisaremos nuestro marco estatutario y de declaración de principios.
Todos esos aspectos deberemos tomar en cuenta para efectuar el balance de los resultados electorales derivados de los recientes comicios. En esta reflexión también tendremos que incluir las decisiones que la gente, el pueblo de México, nos señale en la consulta popular que llevaremos a cabo en aproximadamente un mes y medio para conocer su opinión sobre la reforma energética y hacendaria. En ambas el PRD busca que sean integrales y de carácter progresivo.
Como en todo tema, siempre hay dos visiones diferentes: una buena y una mala. Sin embargo, en esta ocasión, creo que lo mejor es no ser extremistas. Los perredistas tenemos que ser muy analíticos y valorar los pros y contras que nos dejaron nuestra participación en el Pacto por México y en la coalición con el PAN.
Ciertamente, los resultados electorales, donde perdimos y ganamos plazas, no sólo dependieron de nuestra participación en el pacto ni en la coalición, también se derivaron de factores sumamente importantes y trascendentes para la sociedad mexicana, como el abstencionismo, la inseguridad y la colusión de la delincuencia organizada con algunos actores políticos. Otra cuestión de vital importancia que no puedo dejar de mencionar fueron los asesinatos de perredistas.
Tomando en cuenta todos los factores que acabo de mencionar, es que debemos valorar los resultados electorales, para que tengamos una mayor claridad de lo sucedido, pero sobre todo de por dónde y cómo debemos caminar. Establecer metas y estrategias para llegar hacia 2018.
Eso sí, no me queda la menor duda de que uno de los senderos por el que debemos transitar es el de la unidad y los acuerdos.
La unidad la necesitamos al interior, porque aunque en el Sol Azteca existan diferentes corrientes de pensamiento y opinión, coincidimos en los objetivos y el fin de la lucha política que estamos dando. Y en los acuerdos, porque éstos son necesarios para alcanzar los objetivos.
Por lo pronto, es importante destacar que el PRI, con todo su despliegue de recursos económicos, amedrentamiento de electores, compra y coacción del voto, no se llevó el “carro completo”, tal y como lo pretendía hacer. Además, Baja California quedó en manos de la coalición.
Pero también tenemos que reconocer que no se cumplió el adéndum del Pacto por México para blindar las elecciones del 7 de julio y por eso el PRD hizo un reclamo a Gobierno federal y no dialogaremos hasta que se encuentre y castigue a los responsables materiales e intelectuales de los últimos asesinatos políticos de los perredistas registrados en varias entidades.
En el presente, el Sol Azteca tendrá que enfocarse en lograr las importantes reformas para México, como la fiscal y energética. En esta última el PRD ya presentó una propuesta de ocho ejes y mantendremos firme nuestra postura de que se debe modernizar sin privatizar el patrimonio de los mexicanos. El PRI quiere vender Pemex, de lo contrario no estaría insistente en modificar los artículos 27 y 28 de la Constitución.
Nuestros límites están muy claros. Modernizar sin privatizar Pemex y una reforma fiscal hacendaria de carácter progresivo, que de ninguna manera puede ni debe tocar el IVA en alimentos y medicinas. Ni un paso atrás en estas exigencias.
Por ello es sumamente necesario que nos reunamos y analicemos lo sucedido en el marco del 7 de julio, pero sobre todo para definir y dibujar muy bien el PRD que queremos y a la izquierda que necesita el país.
Yo me pronuncio por un PRD unitario hacia el interior, reconociendo la pluralidad y asumiéndola como un capital político indispensable para el desarrollo de nuestras actividades, y hacia afuera también para construir el amplio frente de la izquierda y de las izquierdas, de las fuerzas democráticas y progresistas, para prepararnos para 2015 y 2018, con quienes estén y estemos dispuestos a caminar juntos. ■
*Representante del PRD ante el IFE
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