■ Declaración patrimonial de funcionarios, una simulación, dijo
La acumulación de tierras, propiedades y residencias por parte de servidores públicos es un fenómeno que propicia y tolera el propio sistema político, mientras que dar a conocer la declaración patrimonial de los funcionarios, de todos los niveles de gobierno, no pasa de la simulación, afirmó Benjamín Romo Moreno, profesor de la Unidad Académica de Economía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
“Los ciudadanos debemos tener la precaución de elegir gente con honorabilidad, no sólo en el ámbito gubernamental, sino también en la universidad, porque es el mismo fenómeno: allá lo aprovechan para hacer dinero y aquí para hacer clientela”, indicó.
El caso que la familia Monreal Ávila, difundido por un diario de circulación nacional, en el que se enumeran las múltiples propiedades en diversos municipios de Zacatecas, dijo que es uno de los motivos por los cuales la sociedad repudia a los partidos políticos y sus integrantes.
Según explicó, el enriquecimiento de los políticos es algo que el propio sistema tolera, de forma que en el ejemplo del ex gobernador de Zacatecas habrá que revisar la fortuna que tuvo antes de ocupar ese cargo y compararlo a su actual situación.
Sin embargo, Romo Moreno precisó que “todos los políticos”, ya sean funcionarios, legisladores o gobernantes, realizan las mismas prácticas, pero muchos de ellos tienen una buena asesoría que les permite ocultar sus propiedades, mientras que otros “lo hacen bajo el cobijo de esa tolerancia y por lo tanto no pasa nada”.
“Aquellos que son asesorados para que no aparezca su nombre en diversas propiedades, tienen una ventaja, pero finalmente tanto roban unos como roban otros. El sistema tolera estas cosas, y las declaraciones patrimoniales son una simulación”, dijo.
En ese contexto, manifestó que el rechazo a los partidos políticos cada vez es mayor, aunque eso no es favorable, pues un sistema democrático no funciona adecuadamente sin los partidos, no como se conciben en México, con corrupción, sino con una función de representación genuina.
“Hay que tratar que las cosas cambien, aunque estamos luchando contra toda una tradición, una forma de ser, una ideóloga, una idiosincrasia, pero al menos habrá que intentarlo y manifestarlo”, agregó Romo Moreno.
Otra arista de ese problema es que son actores políticos los que están detrás de esa información, y se aprovechan del hartazgo de la sociedad para exhibir el enriquecimiento de otros personajes.
Asimismo, señaló que la promoción de los candidatos independientes puede ser peligroso, pues esos aspirantes a cargos públicos serán impuestos por el sector empresarial, como ocurrió con “El Bronco” en Nuevo León.
